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El presidente Biden ha invitado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a visitar la Casa Blanca a finales de este año después de haber mantenido una reunión bilateral con él durante la Asamblea General de la ONU esta semana. Dicha invitación, que puede ser considerada una gran victoria para Netanyahu, se produce en momentos que su Gobierno, de extrema derecha, limita la capacidad de acción del poder judicial y toma medidas para la anexión total de Cisjordania, mientras las fuerzas armadas israelíes ya han matado a cientos de personas palestinas en lo que va del año. Hablamos del tema con el analista palestino-estadounidense Yousef Munayyer, investigador del Centro Árabe de Washington D.C. y con el periodista Alex Kane, cuyo más reciente artículo para la revista Jewish Currents se titula “Biden’s Legacy Will Be Apartheid” (Biden dejará como legado el apartheid). El artículo analiza la relación que existe hace décadas entre Biden y Netanyahu y cuán reacio ha sido el Gobierno estadounidense a imponer consecuencias a pesar del creciente extremismo de Israel. “Cuando Biden dice que su apoyo a Israel es férreo, básicamente significa que su apoyo a Israel es incondicional, incluso si eso consolida un régimen de apartheid en los Territorios Ocupados e intensifica los procesos de limpieza étnica que están ocurriendo en este momento”, sostiene Kane. Munayyer agrega que la iniciativa de Biden en pos de la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, un objetivo clave del Gobierno estadounidense, legitimará aún más la represión israelí.
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