En Kosovo, hombres armados de etnia serbia que se trasladaban en vehículos blindados tendieron una emboscada el domingo a una patrulla policial e irrumpieron en un monasterio cerca de la frontera con Serbia, lo que dio inicio a una caótica jornada de violencia que terminó con al menos cuatro muertos. Muchos de los atacantes lograron escapar. Por su parte, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, acusó al Gobierno serbio de financiar y motivar a los atacantes. Si bien Kosovo declaró su independencia en 2008, el Gobierno serbio no reconoce su soberanía. El presidente serbio, Aleksandar Vučić, culpó al primer ministro Kurti de “provocar” a los atacantes.
Presidente Aleksandar Vučić: “[Kurti] abandonó a su suerte a los serbios de Kosovo, y los provocaba permanentemente. Lamento que algunos serbios sucumbieran a esas provocaciones. Albin Kurti es el único responsable. Albin Kurti es el único que desea que haya conflicto y guerra. Ninguna otra persona quiere que haya conflicto y guerra aparte de él. Su único deseo es arrastrarnos a una guerra con la OTAN”.