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Organizaciones de derechos humanos están denunciando el uso del hambre como arma por parte del Gobierno israelí en la Franja de Gaza, a través de la fuerte restricción que mantiene sobre el ingreso de ayuda humanitaria, medicamentos y alimentos para millones de personas que se encuentran dentro del territorio sitiado y bombardeado. La organización israelí de derechos humanos B’Tselem acaba de publicar un informe en el que expone cómo la decisión de Israel de cortar la electricidad, el agua y el acceso de ayuda humanitaria internacional a Gaza, sumada al bloqueo que este territorio viene sufriendo hace 17 años, ha llevado a un rápido colapso de su infraestructura. “Israel ha anunciado explícitamente la política de impedir que estos alimentos lleguen a las personas que están padeciendo hambre”, dice Sarit Michaeli, coordinadora de incidencia internacional de B’Tselem. “El Gobierno israelí está cometiendo una falta y es responsable por esto. Esto debería llevar a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatamente”.
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