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Hablamos con el reconocido abogado palestino de derechos humanos Raji Sourani acerca de la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por los crímenes cometidos en la guerra contra en Gaza. Israel dijo que era “una decisión antisemita” y el Gobierno de Biden dijo que rechaza el fallo por considerar que la CPI no tiene jurisdicción sobre el tema. Sin embargo, muchos otros países, como el Reino Unido, Canadá, Italia y los Países Bajos, han anunciado que se comprometen a cumplir con la decisión de la corte, que obliga a los Estados firmantes del Estatuto de Roma —por medio del cual se creó la CPI— a detener a Netanyahu y Gallant si entran en su territorio. Sourani, quien se encuentra en El Cairo tras haber escapado de Gaza el año pasado, cuando su casa fue bombardeada por Israel, celebra que la CPI haya logrado resistir la intensa presión de Israel y Estados Unidos y esté cumpliendo con su función. “Se sienten totalmente impunes y creen que son libres de hacer lo que quieran, que nunca tendrán que rendir cuentas por sus actos y por eso es que su avidez criminal crece día a día, como una bola de nieve”, dice Sourani acerca del Gobierno israelí.
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