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La Corte Suprema del estado de Alabama ha conmocionado el mundo de la salud reproductiva al dictaminar que los embriones congelados son niños, para lo cual se apoyó en la incorporación de “los derechos del niño por nacer” en la Constitución estatal, efectuada en 2018 en una arremetida contra el acceso al aborto legal. Ahora, el hospital más grande de Alabama ha suspendido los tratamientos de fertilización in vitro mientras estudia el impacto de dicho fallo, que podría establecer un precedente para que otros estados restrinjan este procedimiento y otras prácticas de salud reproductiva. “Fue muy impactante”, dice Angela Granger con respecto a la noticia de este fallo judicial. En el pasado, Granger accedió a la fertilización in vitro en Alabama y estaba evaluando la posibilidad de regresar al estado para iniciar un nuevo tratamiento de inseminación artificial para poder volver a gestar. “A esta altura, lo que está pasando no me da la confianza suficiente para animarme a volver”. También hablamos con Barbara Collura, presidenta de la organización RESOLVE, que brinda apoyo a personas que buscan tratamientos por infertilidad, quien analiza las fuertes implicaciones del fallo de Alabama: “La gente tendrá miedo de que esto mismo pueda suceder en su estado”. Collura explica que los embriones son un “grupo microscópico de células” que ni siquiera es visible para el ojo humano. “No los vemos como una persona, como un niño ni como un bebé”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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