El jueves 14 de marzo, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visitó un centro de la organización de salud reproductiva Planned Parenthood en Saint Paul, Minnesota. Con esta visita, Harris concluyó una gira por todo el país cuyo objetivo fue destacar la importancia de los derechos reproductivos. Se cree que es la primera vez que un presidente o vicepresidente estadounidense visita públicamente una clínica donde se practican abortos. Allí, Harris elogió los esfuerzos del estado de Minnesota para proteger el derecho al aborto frente a lo que describe como una “muy grave crisis de salud”, en referencia a las leyes que restringen o prohíben completamente el aborto en más de una docena de estados. Hablamos del tema con Megan Peterson, directora ejecutiva de Gender Justice Action, una organización que trabaja por los derechos reproductivos en Minnesota y Dakota del Norte, quien explica que en Minnesota se registra un drástico aumento en la demanda de atención en salud reproductiva, al ser uno de los pocos estados de la región donde aún se pude acceder a estas prácticas de manera segura y legal. Peterson añade que es “realmente importante” que el equipo de Biden “no dé por sentado” que tiene los votos de la gente que está a favor del aborto. También hablamos con la profesora Michele Goodwin, quien se refiere a las consecuencias que ha tenido la prohibición del aborto en diferentes estado desde el fallo judicial del caso Dobbs contra Jackson como un “rastro de horrores” que van “contra la ética de los derechos humanos”.
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