En Gaza, millones de palestinos padecen hambre extrema tras más de cinco meses de ataques continuos por parte de Israel respaldados por Estados Unidos. Mientras tanto, Israel continúa impidiendo el ingreso de provisiones esenciales al enclave ocupado. El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés), Philippe Lazzarini, escribió en redes sociales: “Esta hambruna provocada por el hombre que se está desarrollando bajo nuestra mirada es una mancha en nuestra humanidad colectiva”. Por su parte, el director de la Organización Mundial de la Salud afirmó que los niños y niñas en Gaza ya están muriendo de desnutrición. “Esta es fundamentalmente una crisis política”, dice Alex de Waal, autor de “Mass Starvation: The History and Future of Famine” (Inanición masiva: historia y futuro de las hambrunas en el mundo), quien explica que incluso con un alto el fuego y la reanudación de la entrada de ayuda humanitaria, “una crisis como esta no se puede detener de la noche a la mañana”, y que “esta será una calamidad que se sentirá por generaciones”.
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