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En el sur de Gaza, las agencias de cooperación internacional se están quedando sin alimentos a medida que avanza la ofensiva de Israel sobre Rafah y se mantiene el cierre de los dos principales cruces fronterizos de la zona. Según la ONU, en el sur de Gaza hay cerca de 1,1 millones de personas palestinas al borde de la inanición, mientras que en el norte ya se registra una “hambruna en toda regla”. En este contexto, grupos de civiles israelíes están impidiendo el ingreso de ayuda a Gaza, con acciones tales como el ataque violento contra camiones que transportaban ayuda humanitaria a través del territorio ocupado de Cisjordania que tuvo lugar a principios de esta semana en el puesto de control de Tarqumiyah, cerca de Hebrón. Los colonos involucrados arrojaron paquetes de alimentos al suelo e incendiaron los vehículos que los transportaban. “Hicieron lo que quisieron”, dice la abogada y activista por la paz israelí Sapir Sluzker Amran, quien documentó el ataque contra el convoy de ayuda. Amran señala que los soldados israelíes parecían estar colaborando con los colonos al negarse a intervenir. “Simplemente se mantuvieron al margen, como si no hubiera nada que pudieran hacer, como si fuera normal lo que estaba sucediendo”.
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