Israel y Estados Unidos han repudiado enérgicamente la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de solicitar órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra. Además de calificar la medida como “indignante”, están buscando el apoyo de otros gobiernos aliados para rechazar el accionar de la CPI. El lunes 20 de mayo, el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, describió los cargos específicos que ha presentado contra Netanyahu y Gallant, los cuales incluyen “provocar la inanición de civiles como método de guerra” y “el exterminio”. La CPI también solicitó órdenes de arresto contra tres líderes de Hamás, Yahya Sinwar, Ismail Haniyeh y Mohammed Deif, por crímenes de guerra que incluyen el exterminio y el asesinato, la toma de rehenes, la tortura, la violación y otros actos de violencia sexual. Las órdenes de arresto para las principales autoridades de Israel, que aún deben ser aprobadas por un panel de jueces de la CPI, son “un evento decisivo en la historia de la justicia internacional”, señala el fiscal especializado en crímenes de guerra Reed Brody. “Es la primera vez que un líder de Occidente o aliado de Occidente es [objeto] de una solicitud de procesamiento”.
También hablamos con el historiador israelí Ilan Pappé, autor del libro “The Ethnic Cleansing of Palestine” (La limpieza étnica de Palestina), quien señala que la estridente respuesta de Israel al fiscal de la CPI no sorprende a nadie. “Este es el Israel que tenemos en 2024. No le importa el derecho internacional ni le importa la opinión internacional”, dice Pappé.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.