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En Bolivia, miles de personas llenaron las calles de la capital, La Paz, el miércoles 26 de junio, para enfrentarse a los militares que intentaron llevar a cabo un golpe de Estado contra el presidente elegido democráticamente Luis Arce. En un dramático enfrentamiento transmitido en vivo por televisión, el presidente Arce confrontó directamente al comandante militar rebelde, el general Juan José Zúñiga, y le exigió que depusiera su actitud y retirara sus fuerzas. Horas después del fallido golpe de Estado las autoridades bolivianas detuvieron a Zúñiga, y a su presunto co-conspirador, el jefe de la Marina, Juan Arnez. Mientras era detenido, el general Zuñiga le dijo a la prensa que el golpe había sido organizado por el propio Arce para mejorar sus bajos índices de aprobación ciudadana. El mismo miércoles, el presidente Arce juramentó a los nuevos jefes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. Para más, nos acompaña desde Cochabamba, Bolivia, Kathryn Ledebur, directora de la Red Andina de Información.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.
NERMEEN SHAIKH: En Bolivia, miles de personas llenaron las calles de la capital, La Paz, el miércoles para enfrentarse a los militares que intentaron llevar a cabo un golpe de Estado contra el presidente elegido democráticamente Luis Arce.
MANIFESTANTES: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!
NERMEEN SHAIKH: “¡Fuera!” le gritaba la gente a los militares. El presidente boliviano, Luis Arce, se dirigió a los manifestantes.
PRESIDENTE LUIS ARCE: Nos llena de más valor, de más coraje, para seguir resistiendo cualquier intentona golpista, ¡porque Bolivia merece su democracia que se ha ganado en las calles y con sangre, hermanos!
AMY GOODMAN: Horas después del fallido golpe de Estado las autoridades bolivianas detuvieron al militar rebelde, el general Zúñiga, y a su presunto co-conspirador, el jefe de la Marina, Juan Arnez. Mientras tanto, el presidente Arce juramentó a los nuevos jefes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Para más, nos acompaña desde Cochabamba, Bolivia, Kathryn Ledebur, directora de la Red Andina de Información. Kathryn, bienvenida de nuevo a Democracy Now! ¿Puede explicar lo que acaba de ocurrir este miércoles en Bolivia?
KATHRYN LEDEBUR: Gracias, Amy. Fue un hecho muy raro e inesperado que duró aproximadamente cinco horas. Después de algunas declaraciones criticando al expresidente Morales anteayer, el comandante del Ejército lideró las tropas y rodearon y llenaron la plaza principal frente al Palacio de Gobierno con tanques y fuerzas militares. Eventualmente irrumpieron en el Palacio de Gobierno, exigiendo la liberación de presos políticos. Es un hecho que duró pocas horas. Arce nombró nuevos comandantes, no hubo heridos, según lo que pudimos percibir, ni disparos, por suerte, y Zúñiga se fue caminando.
Ahora, son unas fuerzas armadas con una historia de golpes de Estado, muchos en el pasado respaldados por Estados Unidos, especialmente, o más recientemente, un golpe de Estado en 2019 con el apoyo de la Administración Trump.
NERMEEN SHAIKH: ¿Podría explicar por qué cree que este intento de golpe tuvo lugar ahora?
KATHRYN LEDEBUR: Me parece importante notar que el Gobierno de Arce está en un momento de presión, presión política, una crisis económica con una baja en los insumos y los ingresos al Estado de las reservas o de la venta de gas natural, a la vez que tiene que seguir pagando una subvención al combustible bastante alta. El Estado está sin fondos, hay una escasez de dólares en el país, hay inestabilidad, hay presión de la derecha y a la vez existe un conflicto interno y críticas fuertes a Arce [por parte] del expresidente de tres mandatos, Evo Morales, de su mismo partido. Entonces, el Gobierno está en una situación de debilidad, está acorralado. Después del golpe de Estado sigue habiendo impunidad y las Fuerzas Armadas no están firmemente bajo el control del Gobierno civil.
Entonces es un momento delicado, a un año de las elecciones presidenciales, donde la población expresa frecuentemente frustración con las políticas del Estado. Y el desenlace de eso sigue siendo, a pesar de haber superado esta crisis y pugna militar, la situación sigue siendo sumamente preocupante e impredecible.
AMY GOODMAN: Kathryn, usted mencionó al expresidente Evo Morales y al actual presidente, Luis Arce. Para una audiencia mundial que no conozca el contexto político en Bolivia, ¿puede hablar sobre el papel del expresidente Morales en la política actual, y sobre Luis Arce y lo que representa para el pueblo?
KATHRYN LEDEBUR: Sí. Es muy importante entender que Evo Morales tuvo tres mandatos —el tercero fue interrumpido por el golpe de Estado de 2019— en un momento que generó bastante prosperidad, se elevaron todos los indicadores sociales y económicos de la población y eso se logró de gran manera a través de ingresos al Estado por la venta de gas natural. Y lamentablemente durante el golpe de Estado y la pandemia se redujo bastante esa cantidad y ya no se exporta tanto gas y no se cuenta con los mismos ingresos. A la vez, Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, gozó de una popularidad alta y obtuvo muchos logros en términos de legislación, una nueva Constitución Política del Estado y elevar y sacar a mucha gente de la pobreza.
Con la llamada para elecciones en 2020, en pleno golpe de Estado, Morales seleccionó a Arce, su exministro de Economía, para ser su [sucesor] en las elecciones del 2020. Y [debido a] la represión, la violencia, la corrupción y la incapacidad del gobierno ilegal de Añez, apoyado por la Administración Trump, Arce ganó con una mayoría sustancial. Pero durante el tiempo se ha ido agravando o creando una brecha enorme entre Arce y Morales, con Morales criticando un gabinete que argumenta que no representa a los movimientos sociales, que no sale cuando la gente de abajo o el Congreso pide [sic]; critica la auto prorrogación de las altas autoridades judiciales, que fue ilegal y que no fue reclamado por Arce, y las decisiones de un Tribunal Constitucional, prorrogado ilegalmente, de impedir su candidatura en 2025. La Constitución Política del Estado boliviano impide más de dos mandatos seguidos, pero no prohíbe un nuevo mandato.
Este conflicto interno ha sido intenso. Yo creo que se va a ir agravando. Interesantemente, Morales fue uno de los primeros ayer en alertar [de] un movimiento de tropas inusual y uno de los primeros que empezó a denunciar fuertemente un intento de golpe de Estado, algo de lo cual Arce hizo eco.
NERMEEN SHAIKH: Kathryn, ¿en qué medida cree que las acciones del general Zúñiga también reflejan un sentimiento más amplio al interior del Ejército? Y, de ser así, ¿qué nos dice esto de la nueva cúpula militar que ha sido designada por el presidente Arce?
KATHRYN LEDEBUR: Bueno, queda claro que Zúñiga tuvo el apoyo de por lo menos un comandante más que fue detenido, pero probablemente otros en este movimiento. Obviamente no actuó solo, porque vinieron muchos efectivos, muchos tanques. Pero las Fuerzas Armadas tienden a ser una institución que va optando por la mejor opción para la institución y pueden responder al mejor postor. En 2019 eso fue un incentivo económico, pero a veces son aliados con ciertas [tendencias] políticas o, en muchos casos, se han aliado con los Estados Unidos. Obviamente, el retroceso o el fracaso de su intento de golpe demuestra que Zúñiga no obtuvo un apoyo amplio y profundo de las Fuerzas Armadas para esta acción. Si no, hubieran podido avanzar contra un Gobierno acorralado y sin fondos y frágil en este momento. Sin embargo, se nota claramente que no ha habido los cambios estructurales, las reformas, Arce no logró cambiar la esencia o la institución [sic] y no ha terminado o tratado la impunidad vigente de todos los golpes de Estado, pero especialmente y más recientemente de 2019. Entonces, tenemos unas Fuerzas Armadas que no están firmemente bajo el control del Gobierno democrático.
Tenemos una policía que se rebeló y se alió con la derecha en el golpe. Y en este momento ni las Fuerzas Armadas ni la Policía gozan del apoyo de la inmensa mayoría de la población boliviana. Entonces estamos en una situación de incertidumbre. No sabemos qué cambie con los nuevos comandantes, pero hemos notado que el fuerte de Arce no son temas de seguridad y que en las anteriores gestiones él y su ministro de Defensa, quien tampoco es experto en seguridad, no han hecho selecciones muy estratégicas en términos de altos comandantes. Eso es un problema y puede ser un problema en el futuro cercano.
AMY GOODMAN: Kathryn, muchas gracias por acompañarnos. Kathryn Ledebur es directora de la Red Andina de Información, con sede en Cochabamba. Ella es investigadora, activista y analista con más de 20 años de experiencia en Bolivia. Habló con nosotros desde Cochabamba. Haga clic aquí para ver nuestra entrevista en inglés. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.
Producido por Democracy Now! y Democracy Now! en español.
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