El estado de Texas ha llevado a cabo su segunda ejecución en lo que va del año. El miércoles por la noche, funcionarios de la penitenciaría estatal de Texas en la ciudad de Huntsville inyectaron a Ramiro Gonzales, de 41 años, una dosis letal de pentobarbital y lo declararon muerto 24 minutos después. Ramiro Gonzales había integrado la lista de los condenados a muerte desde que fue sentenciado por una violación y asesinato que cometió en 2001, cuando solo tenía 18 años.
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