Relacionado
El presidente Biden ha firmado una de las políticas de inmigración más restrictivas que se hayan implementado en los últimos tiempos bajo un Gobierno demócrata. La medida permite el cierre temporal de la frontera entre Estados Unidos y México, niega el asilo político a la mayor parte de migrantes que no ingresen a Estados Unidos a través de los cruces fronterizos habilitados y limita la cantidad de solicitudes de asilo que se pueden recibir en la frontera sur a un máximo de 2.500 por día. La Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU) ha anunciado que evalúa la posibilidad de demandar al Gobierno de Biden por esta decisión, que el reportero John Washington, que cubre la inmigración en el estado de Arizona, califica de “atroz y probablemente mortal”. Washington explica que “hablar de solicitantes de asilo ilegales es una contradicción en sí misma. Las personas tienen derecho a pedir asilo, conforme a la ley estadounidense, independientemente de cómo hayan cruzado la frontera, dónde estén o cuál sea su estatus migratorio. Y esta regla realmente va en contra de eso”.
Transcripción
Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman, con Juan González. Semanas antes de su primer debate con Donald Trump, el presidente Biden ha emitido su política migratoria más restrictiva hasta el momento. Biden firmó una orden ejecutiva que entró en vigencia a partir de la medianoche del 4 de junio, y que codifica una agenda antiinmigración de extrema derecha que cierra temporalmente la frontera sur de Estados Unidos, y restringe severamente las protecciones para los migrantes.
La orden denegará el asilo a la mayoría de los migrantes que ingresan al país por fuera de los pasos fronterizos y limitará las solicitudes de asilo en la frontera a 2.500 por día. La frontera se cerrará si el promedio de siete días de solicitudes de asilo diarias supera esa cifra, y se abrirá solo después de que el número disminuya a 1.500 durante siete días seguidos, y se mantenga así durante al menos dos semanas.
Biden habló desde la Casa Blanca el martes, acompañado de alcaldes de ciudades fronterizas.
PRESIDENTE JOE BIDEN: Esta prohibición estará vigente hasta que el número de personas que intentan entrar ilegalmente [al país] se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar de manera efectiva ”.
La Unión Estadounidense para las Libertades Civiles ha amenazado con demandar a Biden por la orden ejecutiva; Lee Gelernt, abogado de la organización, dijo: “Era ilegal cuando Trump lo hizo, y no es menos ilegal ahora”.46:49 Varios legisladores demócratas también criticaron la nueva política de Biden. Esto dijo la presidenta del Bloque Progresista del Congreso, Pramila Jayapal. 46:59
REP. PRAMILA JAYAPAL: Estamos cometiendo de nuevo el mismo error que los demócratas cometen una y otra vez cuando tratamos de ser más republicanos que los republicanos. Y no funciona. No funciona. No resuelve la situación en la frontera. Reduce drásticamente la capacidad de las personas para solicitar asilo en la frontera, que es lo que requieren nuestras leyes nacionales y nuestras obligaciones en virtud de tratados internacionales.
AMY GOODMAN: La congresista Jayapal hablaba en un podio que decía “#Elasiloesunderecho”. Defensores de los derechos de los inmigrantes acompañaron a los congresistas en la rueda de prensa del martes en Washington D.C. Escuchamos a Guerline Jozef, directora ejecutiva de Haitian Bridge Alliance (La Alianza Puente Haitiano).
GUERLINE JOZEF: Causará la muerte de personas todos los días. Ante eso decimos: “No en nuestro nombre”. Seguimos de pie en nombre de esas familias de esos menores, de los pequeños niños y niñas que vemos mendigar, llorar, pedir y suplicar por seguridad y protección.
AMY GOODMAN: Mientras tanto, los solicitantes de asilo que se verán obligados a esperar en Ciudad Juárez, México, al otro lado de la frontera de El Paso, Texas, criticaron la orden ejecutiva. Este es un migrante venezolano.
RAMON EDUARDO: Eso es injusto. Es injusto, porque ¿cómo vamos a saber si están por encima del límite? Siempre pueden decir que ya han superado los 2.500, y luego todos regresan. Eso es como una trampa.
AMY GOODMAN: Según los informes, el presidente Biden también ha reducido el tiempo que los solicitantes de asilo tienen para obtener asistencia legal antes de su entrevista de temor creíble, de 24 horas a solo cuatro horas.
Para más información vamos a Tucson, Arizona, para hablar con John Washington, reportero del medio independiente Arizona Luminaria y autor del nuevo libro “El argumento a favor de unas fronteras abiertas”, así como del libro “Los desposeídos: una historia de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México y más allá”.
Le damos la bienvenida a Democracy Now!, John. ¿Puede comenzar explicando exactamente de qué se trata esta orden ejecutiva, que entró en vigencia a medianoche, y la importancia de esto justo antes de que el presidente Biden tenga su primer debate con Donald Trump?
JOHN WASHINGTON: Sí. Pues, lo que hemos visto es que el presidente está dispuesto a contradecir lo que él tiene años diciendo: que va a dar el acceso a asilo, [que] va a celebrar la migración, a los inmigrantes. Y lo que está haciendo ahorita es restringir lo máximo que hemos visto en años el asilo a los que lo necesitan más.
Sabemos que eso también no va a funcionar. Es decir, no va a funcionar [de] la manera en que él quiere y los derechistas, los que no quieren más migrantes, quieren. Lo que va a pasar es que más migrantes van a estar esperando en el norte de México, donde están vulnerables a crímenes, a secuestros, a una situación increíblemente violenta, y van a intentar evadir la frontera o las garitas para entrar en Estados Unidos y van a hacerlo en una manera mucho menos segura. Van a arriesgar sus propias vidas para buscar algo que debe de ser un derecho. Y está en las leyes de Estados Unidos que sí es un derecho tener acceso a pedir asilo. Pero esta nueva regla dice lo opuesto de eso.
JUAN GONZÁLEZ: John, quiero preguntarle específicamente sobre la cifra límite que el presidente ha incluido en esta orden ejecutiva. Cuando Biden respaldó un proyecto de ley similar en el Congreso, la cifra que activaría el cierre de la frontera era de 5.000 cruces al día, la cual ha rebajado a 2.500, a pesar de que el número de personas que cruzan ha disminuido drásticamente en los últimos meses. En esencia, garantizó que en el primer día de vigencia de la orden se cerraría la frontera, solo unas semanas antes de su debate con Trump. ¿Qué opina del uso de estos números para determinar esta política?
JOHN WASHINGTON: Si, así es. Entonces, vimos una ley propuesta dos veces este año, que tenía cosas similares a la regla que vimos ayer. La primera es que iban a proponer que, cuando lleguen más de 5.000 personas al día en promedio en una semana, no van a dar ese acceso al asilo. Y la nueva regla que puso Biden ayer bajó ese número hasta 2.500.
Entonces está siendo aún más severo que los derechistas que estaban proponiendo esa ley. Es importante saber que –o recordar que– no hemos visto esos números bajar a ese nivel de 2.500 o menos en como tres años. Y cuando ya estén implementando esa nueva regla que empezó hace como seis horas, no van a abrir de nuevo el acceso a asilo hasta que los números bajen por una semana a un nivel de 1.500.
Y eso no [lo] hemos visto desde [hace] aún más tiempo; desde el 2020. Entonces, básicamente, estamos en una situación donde no hay asilo en los Estados Unidos ahora.
JUAN GONZÁLEZ: Al tiempo que la orden del presidente entra en vigor, la legislatura de Arizona ha aprobado una nueva resolución para que los votantes decidan en un referéndum el futuro de la “Ley de Seguridad de la Frontera”. ¿Puede hablar de lo que está ocurriendo en Arizona y de cómo, en esencia, la inmigración se está convirtiendo quizá en el tema más importante y volátil del país mientras se acercan las elecciones presidenciales?
JOHN WASHINGTON: Sí. Ayer también, en otras noticias desde la frontera, los legisladores de Arizona pasaron un referéndum en que los votantes pueden decidir en noviembre si quieren que […] el crimen de cruzar la frontera sin permiso sea un crimen también estatal. Históricamente siempre ha sido un crimen federal.
Pero hemos visto eso antes. Si se acuerdan, hace 14 años, los legisladores de Arizona aprobaron una ley muy notoria que se llama SB1070 o “Show Me Your Papers Law” –”enséñame tus papeles”– y esa ley hizo varias cosas. Querían poner ese crimen estatal, querían dar el derecho a jueces aquí para deportar a las personas. Y la Corte Suprema dijo que eso era ilegal. Entonces estamos enfrentando la misma cosa otra vez, y dudo que vaya a funcionar.
Tal vez, los votantes acá pueden votar a favor de esa ley, pero no sabemos si va a ir en efecto [sic]. Es algo muy parecido a lo que estamos viendo también en Texas, que tienen una ley casi idéntica, y las cortes allá ya han dicho que no pueden usar esa ley. Puede ser que vaya otra vez a la Corte Suprema y, pues, dado los jueces [que hay] ahorita, quién sabe qué vamos a ver. Pero otra cosa que es muy importante decir es que esto [hecha luz sobre] algo. La realidad es que no tenemos lados opuestos ahorita en Estados Unidos. Hay los republicanos, y los demócratas también, que están batallando para restringir [la] inmigración. No están… No hay, no tenemos un partido que está a favor del migrante ahorita en Estados Unidos.
AMY GOODMAN: John Washington, hablemos sobre las limitaciones, o restricciones —ya que “limitaciones” es una palabra muy suave— que establece la nueva orden ejecutiva del presidente Biden. ¿Puede hablar de cómo la gente puede conseguir un abogado ahora y lo que significaba antes? Creo que el plazo para conseguir uno pasó de 36 a 24 horas. Ahora lo ha limitado a cuatro. ¿Qué significa esto en la práctica y cómo puede la gente acceder a un abogado cuando está tomando la que puede ser la decisión más importante para salvar sus vidas?
JOHN WASHINGTON: Sí. Es casi imposible que puedan encontrar un abogado. Entonces, cómo funciona es que, cuando las personas cruzan la frontera [por fuera] de las garitas, se presentan, en casi todos los casos ahorita, se presentan a la migra. No están intentando evadir a la migra. Quieren como poner…quieren pedir asilo. Entonces, buscan a los agentes y luego, cuando están arrestados, están en la estación de la migra. Ahí es cuando esta nueva regla va a tener mucho efecto.
Y mencionaste lo del acceso a los abogados. Antes de ayer tenían 24 horas para buscar y tener acceso a un abogado. [Ahora] sólo tienen cuatro horas. Y sabemos que, sin un abogado, no tienen buena chance. Pero también, esta nueva regla, no solamente niega el acceso a los abogados, [sino que también amplía los requisitos que tienen que cumplir para obtener asilo]. Entonces, va a ser más difícil, aún si tienen un abogado, va a ser más difícil tener esa protección; buscar u obtener ese refugio. También, otra cosa muy importante a mencionar es que, antes de ayer, los oficiales de la Patrulla Fronteriza tenían que preguntar a cada quien si tienen miedo de regresar a su país. Ahora no tienen que hacer eso. Cada migrante tiene que decirlo [por] sí mismo.
Y sabemos que, dada la situación, que están en un lugar muy difícil, muy frío, que hay mucha más gente allá, eso no funciona. También tenemos estudios diciendo que no van a pedir ese asilo y no lo van a obtener tampoco [sic].
AMY GOODMAN: No quiero enredarme demasiado en los detalles, pero este tema de los promedios es casi imposible de entender. ¿Qué estadísticos van a decidir esto cada día? La orden dice que “la frontera se cerrará siempre que el promedio diario de solicitudes de asilo supere las 2.500, y permanecerá cerrada hasta que el promedio diario caiga a 1.500, y estos son promedios a lo largo de una semana, o de dos semanas, ¿quién va a determinar esto?
JOHN WASHINGTON: Pues, tenemos que ver. Pero lo que sabemos es que no hemos visto –como ya mencioné–, no hemos visto esos números en años. Entonces, aún si baja mucho el nivel de migración ahorita, tiene que estar a ese nivel por una semana al menos. Si hay un día, supuestamente [por] como está escrita esta nueva regla, si un día en esa semana llegan 1.501 migrantes, vamos a tener que esperar otra semana. Entonces está obviamente diseñado para restringir al máximo posible el acceso a asilo.
¿Y qué efecto va a tener? El efecto va a ser que más gente [va a estar] arriesgando sus vidas cruzando el desierto, más gente va a ser deportada a la misma situación [de la] que apenas han salido. Entonces, va a poner las vidas de los migrantes en peligro fatal.
AMY GOODMAN: John Washington, quiero preguntarle sobre su nuevo libro, “El argumento a favor de unas fronteras abiertas”. Este tema divide a republicanos y demócratas, aunque muchos dirían que en realidad un grupo de republicanos y demócratas están de acuerdo. Y llegaron a algo parecido a esto hace un tiempo, pero luego Trump, buscando crear el caos, les dijo a los republicanos que habían diseñado la propuesta que no lo aceptaran. Pero luego tenemos una división en el propio Partido Demócrata, algo que en el año electoral es extremadamente importante, con progresistas, como Pramila Jayapal, que rechazan la orden fronteriza del presidente Biden, pero no llegan tan lejos como usted, que defiende unas fronteras abiertas. ¿Puede argumentar por qué cree que esa sería la solución a lo que está pasando en este país?
JOHN WASHINGTON: Si. Pues, desde el punto de vista de la izquierda no hemos tenido una visión [sobre] cómo deben ser nuestras fronteras en años, en décadas. Siempre están, pues, en defensa. Siempre están diciendo que eso, lo que está haciendo la derecha, no está funcionando o “estamos en contra de los abusos en contra de los migrantes”, pero no aclaran qué quieren. Y así es como nació mi libro, básicamente. Y veo que si solamente dices lo que no te gusta y nunca, pues, explicas lo que quieres, lo que es tu principio, siempre vamos a estar perdiendo; políticamente, esa estrategia no funciona.
Entonces, mi idea es que debemos empezar con lo que queremos o empezar con lo que creemos. Y veo que hay mucha gente, pero no lo explican exactamente así, que sí cree que que cada quien debe tener el mismo derecho, que no importa dónde has nacido, que debes tener acceso a los mismos derechos y las mismas oportunidades de todos los demás.
Y pienso que eso dice que no podemos construir una sociedad igual, que celebra esos derechos si tenemos una frontera, porque lo que hace, lo que hacen las fronteras es que dividen y que ponen a las personas en el otro lado de, entre comillas, “de la frontera”, en una situación más difícil. Entonces, creo que debemos empezar a decir lo que queremos, empezar a decir lo que vemos, que no hay evidencia de que la migración dañe a nadie, ni a la economía, ni al nivel de trabajos, al nivel de empleo, ni a las personas nativas.
Entonces, no hay un buen argumento para tener fronteras. Y también, cuando ves la historia de cada frontera en el mundo, cada frontera militarizada en el mundo, vemos que fueron escritas y están protegidas de una manera muy violenta y que, en fin, sabemos que las fronteras matan y no protegen. Entonces, si creemos en los derechos básicos, tenemos que abrir las fronteras. Es sencillo.
AMY GOODMAN: También hemos seguido el debate en el Reino Unido sobre el plan para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, que fue extremadamente controvertido en ese país. Quisiera preguntarle sobre los informes recientes de CBS News de que el Gobierno de Estados Unidos planea enviar inmigrantes de América Latina a Grecia e Italia como forma de disuasión para que la gente no venga a pedir asilo a la frontera entre Estados Unidos y México. Las personas que son procesadas por primera vez en los centros de inmigración estadounidenses recientemente abiertos en Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala podrían ser reasentadas en Grecia o Italia. Estados Unidos ya tiene un acuerdo de reasentamiento similar con Canadá y España. ¿Qué puede decir de esto, John Washington?
JOHN WASHINGTON: Hemos visto varios intentos de hacer eso, no solamente en Estados Unidos o en Inglaterra, [sino] en otros países también, que quieren usar un tercer país para mandar a los migrantes allá. Pero no funciona en dos sentidos. Primero, no funciona en ayudar [a] que menos gente esté cruzando la misma frontera; no tiene un efecto de parar la migración.
Y eso es importante de decir. También sabemos que es muy caro, no dura mucho. Hemos visto varios intentos y funciona, tal vez, por unas semanas, unas docenas de personas son enviadas allá –por ejemplo, eso pasó en Guatemala hace como cinco años– y vamos a poner esos migrantes en una situación muy, muy arriesgada. ¿Qué sabemos sobre Italia y Grecia? Que son los países que ahorita menos quieren migrantes. Hay muchísimas personas desde África, desde Asia, que están pasando y quieren entrar a Europa y vemos que Italia ha dejado migrantes en botes a sufrir por horas, días y hasta ahogar. También Grecia, que ponen migrantes en centros de detención al aire [libre] y en situaciones muy peligrosas y que sufren allá. Entonces, va a hacer que más migrantes sufran en esos países, tal vez. Probablemente no va a funcionar. No creo que Italia y Grecia vayan a querer recibir muchos migrantes por mucho tiempo y [creo] que no va a parar la migración hacia los Estados Unidos. Entonces, es pura política.
AMY GOODMAN: John Washington, quiero darle las gracias por acompañarnos. Reportero del medio independiente Arizona Luminaria y autor del nuevo libro “El argumento a favor de unas fronteras abiertas”. También escribió “Los desposeídos: una historia de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México y más allá”. Washington nos habló desde Tucson, Arizona. Para ver nuestra entrevista con John en inglés, haga clic aquí.
Soy Amy Goodman con Juan González para otra edición de Democracy Now!
Producido por Democracy Now! y Democracy Now! en español.
Otros formatos