Un grupo de 45 médicos, cirujanos y enfermeros estadounidenses que han trabajado como voluntarios en Gaza desde el 7 de octubre escribieron una carta abierta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a la vicepresidenta del país, Kamala Harris, en la que exigen un alto el fuego inmediato en el enclave palestino y un embargo internacional de armas a Israel. El grupo de trabajadores sanitarios aporta también pruebas de un número de muertes significativamente mayor de lo que suele mencionarse: más de 92.000 personas, una cifra que representa más del 4% de la población de Gaza. Un fragmento de la carta dice: “Con solo algunas escasas excepciones, todos los habitantes de Gaza están enfermos, heridos, o ambas cosas. Los continuos desplazamientos, impuestos por Israel, de la población desnutrida y enferma de Gaza, la mitad de la cual son niños y niñas, hacia áreas sin agua corriente o incluso sin baños disponibles, son absolutamente impactantes”.
En noticias relacionadas, la cadena de noticias CNN concluyó que Israel está impidiendo que personal médico de ascendencia palestina ingrese a Gaza como parte de misiones humanitarias internacionales.
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