Jill Stein y Butch Ware, postulantes a presidenta y vicepresidente por el Partido Verde se expresan contra la guerra en Gaza y cuentan cómo es enfrentarse a “dos partidos políticos zombis”

Nos acompañan la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, y su compañero de fórmula, Butch Ware. El viernes 20 de septiembre, el Partido Verde sufrió un revés en su campaña electoral cuando la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó su solicitud de incluir a Stein en la boleta electoral del estado de Nevada, frente a la demanda iniciada por el Partido Demócrata para excluir la candidatura de Stein en el estado alegando irregularidades en la presentación de los formularios. Esto es parte de una situación que está atravesando la campaña electoral de 2024, en la que el Partido Demócrata está haciendo todo lo posible para que excluir al Partido Verde de las boletas electorales, mientras que algunos partidarios de Trump, entre ellos un exabogado del expresidente, han ayudado al Partido Verde a presentar sus candidaturas. “Tienen miedo de enfrentarnos en el tribunal de la opinión pública y mantener un debate real sobre las problemáticas que afectan al pueblo estadounidense y las soluciones reales que solo nuestro partido pone sobre la mesa”, dice Stein. “El pueblo estadounidense está en crisis en prácticamente todas las dimensiones de la vida”. La negativa de la vicepresidenta Kamala Harris a pronunciarse a favor de un embargo de armas a Israel ha hecho que varios sectores decidan apoyar a Stein, quien este año se postula a la presidencia por tercera vez. El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses publicó recientemente una encuesta que, en este momento, Stein supera a Harris en el apoyo del electorado musulmán de tres estados decisivos electoralmente: Arizona, Michigan y Wisconsin. “Esto de tratar de atribuir una derrota inevitable del Partido Demócrata a un tercer partido o a la comunidad musulmana es, como mínimo, una hipocresía”, señala Ware, historiador y docente musulmán. “Cualquier esfuerzo que se haga para evitar que el Partido Demócrata rinda cuentas por las malas políticas que él mismo ha forjado, es igual de malo que las propias políticas”.

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