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La población inmigrante de Estados Unidos se prepara para hacer frente a los allanamientos y las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump, contexto en el cual también el futuro de miles de solicitantes de asilo es incierto. Apenas Trump asumió el cargo, el Gobierno cerró la aplicación móvil CBP One implementada durante el Gobierno de Biden por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza para gestionar las solicitudes de asilo en los puertos de entrada al país. Miles de solicitantes de asilo perdieron las citas que tenían programadas para el 20 de enero, el primer día del nuevo Gobierno de Trump. “La gente tiene miedo, tiene incertidumbre sobre cómo seguirá su vida, sobre todo quienes tienen hijos y quienes han huido de situaciones extremas [en sus países de origen]. Ahora,una vez más, sienten que su vida está en riesgo”, señala Guerline Jozef, cofundadora y directora ejecutiva de la organización Haitian Bridge Alliance, quien cuenta que las comunidades inmigrantes se están preparando para resistir contra la agenda de Trump. “Nos hemos preparado y tenemos el compromiso de hacer retroceder las políticas que criminalizan a las personas de color y las personas de origen inmigrante”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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