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Los equipos de rescate de Washington D.C. han lanzado una operación de rescate masiva en el río Potomac, después de que un avión de pasajeros regional y un helicóptero Black Hawk del Ejército estadounidense chocaran en el aire el miércoles por la noche, provocando que ambos aeronaves se estrellaran contra el agua. A bordo del vuelo 5342 de American Airlines había 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, que se dirigían al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington procedentes de Wichita, Kansas. El helicóptero Black Hawk tenía tres soldados a bordo que estaban realizando un vuelo de entrenamiento. Las autoridades creen que no hay sobrevivientes. El accidente mortal se produce en medio de la agitación y los cambios de personal en la Administración Federal de Aviación y la Administración de Seguridad del Transporte debido a la purga que está ejecutando el presidente Donald Trump en todas las agencias del Gobierno federal. El periodista del medio The Lever David Sirota dice que, además, los legisladores aumentaron recientemente el tráfico aéreo del aeropuerto a pesar de las objeciones por el riesgo que ello podía suponer. “Hay una preocupación de seguridad muy profunda en este aeropuerto porque ya ha habido una serie de cuasi accidentes”, dice Sirota. “Estas advertencias sobre el aumento en el tráfico de vuelos en este aeropuerto llegaron hace apenas unos meses”. Sirota también analiza los primeros 10 días de Trump en la presidencia.
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