El funcionario de más alto rango del Departamento del Tesoro de Estados Unidos se vio obligado a abandonar la agencia después de resistirse a cumplir con la exigencia de Elon Musk y de otros miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental para acceder al vasto sistema de pagos del Gobierno estadounidense, el cual desembolsa anualmente billones de dólares en pagos federales. El nuevo secretario del Tesoro de Trump, Scott Bessent, terminó dándole a Musk acceso a dicho sistema, que incluye información confidencial sobre contribuyentes, beneficiarios del Seguro Social y contratistas del Gobierno.
Musk también ha sido acusado de intentar tomar el control de la Oficina de Administración de Personal, donde se ha bloqueado a funcionarios de carrera el acceso a los sistemas informáticos.