Una corte federal de apelaciones dejó sin efecto la prohibición impuesta a las importaciones de ganado canadiense, descartando así el fallo de un tribunal inferior que establecía que la reanudación de importaciones podría propagar la enfermedad de la vaca loca en los Estado Unidos.
Las importaciones habían sido prohibidas en mayo de 2003 luego de que se detectara en Alberta, Canadá que una vaca padecía esta enfermedad.
Esta decisión unánime deja sin efecto el dictamen del juez de Montana, que prohibía al Departamento de Agricultura de Estados Unidos reabrir la frontera en marzo, ya que ello “expone a la totalidad de la industria cárnica de Estados Unidos a potenciales daños catastróficos” y “representa un verdadero riesgo de muerte para los consumidores estadounidenses”. La resolución fue tomada un día después que el departamento de Justicia de Estados Unidos solicitara a la corte de Seattle reabrir la frontera a las importaciones. Mark Stern, abogado del Departamento de Justicia, afirmó que el levantamiento de la prohibición se basó en “fundamentos científicos” y que no redundaría en “la infección del ganado estadounidense”.
Sin embargo, el autor de MadCow USA, John Stauber, emitió una declaración en la que afirma que, “esta resolución del tribunal no cambiará el hecho de que tanto Canadá como Estados Unidos no tomaron las medidas necesarias para impedir que el mal de la Vaca Loca se propague”. Afirmó además que “hasta que Canadá y Estados Unidos sigan el ejemplo de otros países e implementen una prohibición de seguridad alimenticia real, con análisis de seguridad del ganado antes de su consumo, el mal de la vaca loca continuará creciendo y propagándose de manera invisible a lo largo y ancho de América del Norte”.