Ataques suicidas en Irak dejan doble de muertos que en Londres

El pasado fin de semana fue el más sangriento en Irak desde que comenzó la invasión de Estados Unidos hace más de dos años. Más de 150 personas murieron y alrededor de 300 resultaron heridas en tres días de ataques suicida. La bomba que dejó más muertos explotó el sábado, matando al menos 98 personas e hiriendo a 130 en la localidad de al Musayeb, luego de que un suicida explotara un camión cisterna que transportaba combustible, cerca de un mercado colmado de gente y frente a una mezquita chiíta. Este fue uno de al menos 10 ataques registrados el sábado. Otras cuatro bombas suicidas explotaron ayer en Bagdad y en sus alrededores, dejando un saldo de al menos 20 muertos y 19 heridos. Un grupo que se identificó como Al-Qaeda en Irak dijo en una declaración publicada en Internet que los ataques forman parte de una campaña para controlar la capital. Durante este mes ya se registraron más de 40 ataques suicidas, que dejaron como saldo 269 muertos y 558 heridos. 17 de los ataques tuvieron lugar en las últimas 72 horas tan sólo en la zona de Bagdad.