El gobierno de Bush fue obligado a admitir que en los meses anteriores a las elecciones de enero en Irak, el presidente Bush aprobó un plan para proporcionar apoyo encubierto a determinados candidatos y partidos políticos iraquíes. Esta revelación surge como respuesta al artículo que Seymour Hersh publicará en la revista The New Yorker, donde informa que el gobierno ejecutó un plan encubierto, a pesar de las objeciones del Congreso. Un vocero del Consejo de Seguridad Nacional negó las acusaciones y afirmó que el gobierno rechazó la propuesta debido a la oposición del Congreso. El artículo de Hersh hace referencia a ex funcionarios militares y de inteligencia no identificados que dijeron que el gobierno realizó actividades encubiertas durante la elección en Irak y que “fueron dirigidas por funcionarios retirados de la CIA y personal no gubernamental, y que utilizaron fondos que no estaban necesariamente asignados por el Congreso”. Cualquier esfuerzo clandestino de Estados Unidos por influir en las elecciones de Irak contradiría las afirmaciones de Bush de que la votación sería libre y justa. Parte del apoyo encubierto a los candidatos y partidos iraquíes pudo haber sido proporcionado a través de organizaciones como el International Democratic Institute.
Seymour Hersh acusa a Bush de interferir en elecciones de Irak
Titular18 Jul. 2005