La violencia también ha aumentado en las calles de Nueva Orleans. Según informes periodísticos, ciudadanos armados se han apoderado de algunos de los centros de asistencia. Hubo disparos contra policías y helicópteros de rescate. También se informó sobre violaciones, asesinatos y robos con violencia de automóviles.
Residentes en la ciudad aún irrumpen en tiendas en busca de los bienes más diversos, desde alimentos y agua hasta armas y objetos de lujo.
La Casa Blanca anunció que aplicará una política de tolerancia cero con los saqueadores, incluso con aquellos que roben artículos necesarios para su supervivencia.
La gobernadora de Louisiana, Kathleen Blanco, advirtió de que las tropas tienen órdenes de tirar a matar.
Blanco dijo: “Esos soldados acaban de volver de Irak, bien entrenados, con experiencia, probados en combate y con órdenes mías de restaurar el orden en las calles”.
Y añadió: “Tienen rifles M-16 cargados. Saben cómo disparar y matar, están más que deseosos de hacerlo si es necesario, y espero que lo hagan”.
Antes del amanecer, el cielo fue iluminado por explosiones, y funcionarios investigan cuál fue la causa.