Un jurado militar declaró culpable de homicidio negligente a un suboficial del ejército a cargo de interrogatorios, por su responsabilidad en la muerte de un general iraquí.
El suboficial mayor Lewis Welshofer Jr mató al general iraquí cubriéndole la cabeza con un sobre de dormir, envolviéndolo con cable de transmisión eléctrica, sentándose sobre su pecho y cubriendo su boca. Este hombre podría ser sentenciado a un máximo de tres años de prisión. Si Welshofer hubiera sido declarado culpable de homicidio, habría sido sentenciado a cadena perpetua. Los abogados de Welshofer dijeron que se le había otorgado permiso para utilizar técnicas severas durante los interrogatorios.
En un mensaje de correo electrónico, el Capitán William Ponce escribió: “Nos estamos sacando los guantes, caballeros… Queremos destruir a estos individuos. Las victimas aumentan”.
Los abogados de Welshofer también preguntaron por qué no habían acusado a nadie más en relación con la muerte del general. El general fue severamente golpeado dos días antes de su muerte por un grupo de iraquíes presuntamente contratados por la CIA.