La decisión del gobierno de Bush de incrementar el número de soldados en la guerra de Irak suscitó una fuerte reacción el jueves, cuando se registraron crecientes signos de oposición que se reflejaron en el Congreso, las protestas y las encuestas de opinión pública. Una nueva encuesta de AP-Ipsos indica que el 71% de la población se opone a que se incremente el número de soldados, un 10% más que a principios de esta semana. El índice de aprobación de la labor general del Presidente es de aproximadamente 32%, el más bajo hasta el momento. Se llevaron a cabo protestas en varias ciudades, entre ellas Nueva York, San Francisco y Boston, en lo que los activistas calificaron como el preludio de una gran protesta que se realizará en Washington DC dentro de dos semanas, contando a partir del sábado.
Altos funcionarios del gobierno fueron enviados a Capitol Hill en un intento por lograr apoyo político para la escalada de la guerra. El Secretario de Defensa, Robert Gates, habló en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, donde rechazó los pedidos de establecer una fecha para el nuevo despliegue de más de 21.000 soldados.
Mientras tanto en el Senado, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice le dijo al Comité de Relaciones Exteriores que el gobierno iraquí está sobreviviendo “más de lo previsto”. Rice también se rehusó a calificar al incremento en el número de solados como una escalada, y dijo que más bien era un “aumento”. La Secretaria de Estado recibió criticas de ambas partes del Senado. El senador republicano de Nebraska, Chuck Hagel, cuestionó con dureza el plan del gobierno.
Al menos quince legisladores republicanos se han pronunciado hasta ahora en contra de enviar más soldados a Irak. En el Senado, el senador demócrata Russ Feingold calificó al aumento de soldados como “muy posiblemente el peor error de la política internacional en la historia de nuestra nación”. El senador demócrata Joseph Biden también habló.
Los republicanos afirman que el Presidente corre el riesgo de sufrir una gran derrota si los demócratas de la Cámara de Representantes proceden con una resolución no vinculante con relación al aumento de soldados propuesto por el Presidente. El congresista republicano de Illinois Ray LaHood dijo: “La Casa Blanca tendrá que trabajar las 24 horas del día para encontrar a personas que estén de nuestro lado y que no abandonen el barco”.
En Irak, el gobierno dirigido por los chiítas dio lo que el New York Times calificó como un “apoyo poco dispuesto” al plan de enviar más solados. El Primer Ministro iraquí, Nuri al-Maliki, no asistió a una conferencia de prensa y no hizo comentarios públicos al respecto.
Mientras tanto, el Presidente Bush viajó el jueves a la base militar de Fort Benning, Georgia, en lo que los críticos calificaron como una oportunidad para lograr buena publicidad.
Los Angeles Times informa que los militares que estaban presentes le dieron una bienvenida menos entusiasta a Bush que la que le habían brindado en anteriores visitas en las que buscaba promover su política sobre Irak. La mayoría de los soldados de Fort Benning ya habían luchado en Irak. La Casa Blanca y los oficiales militares le prohibieron a los soldados que hablaran con los periodistas antes o después del discurso de Bush.
En un indicio de creciente tensión en las Fuerzas Armadas, el Pentágono anunció el jueves que suprimirá el plazo límite del tiempo que los reservistas pueden estar en servicio activo. Anteriormente se les había permitido a los reservistas estar en servicio no más de un tiempo total acumulativo de 24 meses. La nueva política hará que los reservistas puedan ser enviados nuevamente a Irak o Afganistán siempre y cuando esos 24 meses no sean consecutivos. El Pentágono dice que en la práctica intentará limitar las movilizaciones a doce meses de cada vez. En una entrevista con Associated Press, el jefe de personal del Pentágono, David Chu, dijo que los cambios “no son para tanto”. Chu afirma que la mayoría de los reservistas entendían implícitamente que el tiempo que estarían en servicio finalmente superaría los límites previos. El anuncio tuvo lugar mientras el Secretario de Defensa, Robert Gates, dijo que le recomendará a las Fuerzas Armadas estadounidenses que incorporen otros 92.000 soldados durante los próximos cinco años.
En otras noticias, el jueves se llevaron a cabo protestas y vigilias en todo el mundo para marcar el Día Internacional por el Cierre de la Prisión de Guantánamo. En Cuba, la activista estadounidense por la paz Cindy Sheehan encabezó una marcha de 50 personas hasta la barrera militar que rodea la prisión de Guantánamo. En Estados Unidos, cientos de personas se congregaron frente al Tribunal Federal de Washington DC. Más tarde, cerca de cien manifestantes fueron arrestados dentro del tribunal luego que elevaron pancartas que decían cosas como “Detengan la Tortura” y “Cierren Guantánamo”. Amnistía Internacional organizó protestas frente a las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. En Londres, más de 400 personas se pusieron trajes anaranjados similares a los que usan los prisioneros en Guantánamo. En Madrid, los manifestantes presentaron una petición ante los funcionarios de la embajada que exigía el cierre de la prisión.
Mientras tanto en la Organización de las Naciones Unidas, el Secretario General Ban Ki Moon se unió a los pedidos para que se cierre Guantánamo.
La oposición también estuvo presente en Afganistán, donde fueron capturados la mayoría de los prisioneros de Guantánamo.
En Grecia, la embajada de Estados Unidos en Atenas fue atacada hoy en lo que los funcionarios están calificando como un acto de terrorismo. Una habitación sufrió daños y varias ventanas quedaron destrozadas cuando un proyectil impactó contra un edificio cercano a la entrada de la embajada. El edifico estaba vacío en el momento del ataque y ninguna persona resultó herida.
En Somalia, el Pentágono admitió que no logró matar a ninguno de los líderes de Al Qaeda que, según había afirmado, eran el objetivo del ataque aéreo del domingo. Los oficiales militares ahora dicen que el objetivo del ataque eran unas diez personas sospechosas de estar vinculadas al terrorismo. Este ataque fue la primera acción militar estadounidense conocida contra Somalia en más de una década. Mientras tanto, continúan los enfrentamientos en Mogadiscio, la capital del país, tras la victoria de las fuerzas lideradas por Etiopía sobre las Cortes Islámicas. Hoy temprano, al menos seis personas murieron en episodios violentos.
En Nicaragua, el Presidente que asumió recientemente, Daniel Ortega, marcó el jueves su primer día de gobierno adhiriéndose al ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas. El ALBA fue establecido como contrapartida a los acuerdos comerciales de Estados Unidos en América Latina.
En otras noticias de Estados Unidos, el alcalde afrodescendiente de un pequeño pueblo de campesinos en Nueva Jersey ha recibido amenazas de muerte y sufrió otros hostigamientos a sólo semanas de comenzar su primer mandato. Charles Tyson es el primer alcalde negro del sur de Harrison. En una entrevista con el New York Times, Tyson dijo que recibió llamadas racistas y que le pincharon las llantas de su vehículo luego de que fue electo el año pasado. Más adelante, Tyson recibió una amenaza de muerte luego de asumir su cargo el 1º de año.
Y por último, en otras noticias de Capitol Hill, la Cámara de Representantes aprobó el jueves otra pieza central de la agenda de cien horas de los demócratas, cuando decidieron mediante una votación levantar las restricciones impuestas por el Presidente Bush sobre las investigaciones con células madre. La medida fue aprobada con 253 votos a favor y 174 en contra, por lo que los demócratas no lograron los votos suficientes para levantar un veto presidencial que la Casa Blanca prometió imponer.