Transcripción
AARON MATÉ: Vamos a hablar de un hecho histórico para la justicia en África. El ex dictador de Chad, Hissène Habré, fue detenido en Senegal, donde vivía exiliado desde su derrocamiento en 1990. Habré es conocido como el “Pinochet de África,” y ahora está a punto de ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y por la tortura y asesinato sistemáticos de decenas de miles de opositores durante sus ocho años en el poder. Si el caso avanza, el juicio se llevaría a cabo en un tribunal especial, creado en Senegal luego de 22 años de lucha por la justicia encabezada por sus víctimas. Habré sería el primer líder africano en ser juzgado en África por estas atrocidades, y no en un tribunal internacional.
AMY GOODMAN: Habré llegó al poder en 1982 con la colaboración del gobierno de Reagan. Estados Unidos proporcionó a Habré millones de dólares en ayuda militar y dio entrenamiento a su policía secreta, conocida como la DDS. Se cree que durante su gobierno perdieron la vida unas 40.000 personas.
Clement Abaifouta es el presidente de la Asociación de Víctimas de la Represión y el Crimen Político de Chad y uno de los testigos clave en el juicio. En este audiovisual de Human Rights Watch, muestra el lugar en el que fue forzado a enterrar a más de mil personas a lo largo de cuatro años.
CLEMENT ABAIFOUTA: Y aquí mismo, llegamos a la fosa común. A partir de aquí, todo era cadáveres. Desde la fosa común hasta mucho más allá, todo era cadáveres, todos los días. Eran siete, ocho, 10, 20, 30, 40, cada día.
AMY GOODMAN: Desde la caída de Habré en 1990, Clemente Abaifouta y otras víctimas han luchado incansablemente para llevarlo a juicio. Pero durante mucho tiempo, la justicia ha sido escurridiza. En el año 2000, Habré fue puesto bajo arresto domiciliario, pero el proceso judicial en su contra se estancó durante más de una década, hasta ahora.
Para ampliar la información, nos acompaña alguien que ha desempeñado un papel clave en la lucha por llevar a Hissène Habré ante la justicia. Reed Brody es consejero jurídico y portavoz de la organización Human Rights Watch en Bruselas. Viene trabajando con las víctimas de Habré desde 1999 y es el abogado principal de la querella en el juicio.
Reed, háblanos acerca de los últimos acontecimientos desde la detención de Habré en Senegal.
REED BRODY: Gracias. Bueno, como mencionaste, fueron 22 años de lucha. El año pasado, por fin, logramos dos avances importantes en el caso. El primero fue la elección de Macky Sall como presidente de Senegal. Ya hacía muchos años que las víctimas venían haciendo trabajo de incidencia con Macky Sall. Y cuando llegó a la presidencia, dijo que finalmente iba a permitir que el juicio se llevara a cabo. El segundo fue una decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que ordenó a Senegal que si no extraditaba a Habré, debía procesarlo sin demoras. Así fue que Senegal y la Unión Africana se reunieron y crearon este tribunal especial para juzgar los crímenes cometidos en Chad durante el gobierno de Habré. Ahora el fiscal acaba de regresar de un viaje a Chad y tiene todos los expedientes que nosotros y los belgas fuimos reuniendo durante todos estos años. Y por fin, él va a pedir el procesamiento de Hissène Habré por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
AARON MATÉ: Vamos a ver un extracto de “El cazador de Dictadores”, una película sobre el trabajo de Reed Brody. En este fragmento, lo vemos recorriendo una de las infames prisiones de Habré.
ISMAEL HACHIM: Alguna vez esto fue una piscina para las familias de los militares franceses. Hissène Habré convirtió la piscina en una cárcel, una prisión muy particular. Yo fui torturado aquí. Me ataron los brazos detrás de la espalda para detener la circulación de la sangre y dejar mis brazos y piernas paralizados; lo hacían para que las personas pierdan sus extremidades. En esta celda, por ejemplo, había 30 personas. Todas las celdas estaban tan llenas de gente que no había oxígeno. La gente moría por falta de oxígeno. Es una forma muy cruel de tortura. Cada mañana golpeábamos las paredes de la celda de cierta manera. Las personas que estaban en la celda contigua hacían lo mismo, para mostrarnos que seguían con vida. Cuando alguien moría, les rogábamos que se lleven los cadáveres. Ellos decían: “¿Cuántos hay?” Si les decíamos dos o tres, nos decían que esperemos a que hubiera cinco. Hacíamos que quienes se sentían peor se recuesten sobre los cadáveres, ya que eran un poco más frescos. Dormíamos sobre ellos hasta que se los llevaban.
AARON MATÉ: Ese era Ismael Hachim en la película “El Cazador de Dictadores”. Reed, ¿puedes hablarnos acerca del trabajo realizado por las víctimas de Hissène Habré para llevarlo ante la justicia?
REED BRODY: Bueno, un aspecto muy interesante de este juicio es que sus principales impulsores no son La Haya ni los diplomáticos y fiscales internacionales. En este caso, los artífices de que esto suceda fueron realmente las víctimas. Ha sido una lucha de 22 años, llevada adelante por la gente, como las personas que aparecen en la película, que presionaron mucho para que haya justicia. Ha sido un proceso de empoderamiento.
Y de hecho, las víctimas serán parte de la querella en el juicio. Tendrán su propio equipo legal. Y esperamos el momento en que el juicio sea transmitido en todo África y llegue a Chad. Y que la gente vea a las propias víctimas chadianas presentar su testimonio, a los abogados chadianos interrogando a los testigos, interrogando al mismo Hissène Habré. Esperamos que esto sirva para dar aliento a la gente que lucha por la justicia en todo el mundo.
AMY GOODMAN: ¿Puedes hablar acerca del apoyo que dio Estados Unidos a Hissène Habré durante todos esos años que estuvo en el poder?
REED BRODY: Claro. Con el gobierno de Ronald Reagan, desde Estados Unidos se veía a Hissène Habré como un bastión en la pelea contra Muammar Gaddafi. Cuando el presidente Reagan asumió el poder, Gadafi y el entonces presidente de Chad, Goukouni Oueddei, acababan de firmar un acuerdo de unión. Las tropas de Libia ya estaban comenzando a ocupar el norte de Chad. Y en EE.UU. se veía a Chad como la parte más vulnerable del gobierno libio. Se dice que el secretario de Estado Alexander Haig quiso dar apoyo a Hissène Habré, que entonces era un poderoso caudillo local, como una forma de golpear a Gaddafi. De modo que EE.UU. ayudó a Habré a tomar el poder y continuó dándole apoyo militar y económico durante todo su gobierno, incluso mientras convertía su país en un estado policial. Uno de los documentos que recuperamos de Habré; porque hace muchos años me topé con los archivos de la policía política de Habré, eran decenas de miles de documentos.
AMY GOODMAN: ¿Dónde te topaste con ellos?
REED BRODY: En un edificio abandonado en la capital de Chad, N’Djamena. Y ahora tenemos todos estos documentos en CD-ROM. Tenemos listas con los nombres de personas que murieron, de personas que estuvieron en las cárceles.
AMY GOODMAN: ¿Y tú encontraste esos documentos así nomás, en un edificio abandonado?
REED BRODY: Si. Estábamos haciendo una película sobre este tema para la televisión suiza, y pedimos visitar la sede de la ex policía política. Y allí, recorriendo una habitación tras otra, comenzamos a encontrar estos documentos. Y uno de ellos, en realidad uno de los primeros que recogimos, era un documento que mostraba que varios de los miembros de la DDS, la Policía política de Habré, habían recibido entrenamiento en Estados Unidos. Y al cotejar los nombres —yo incluso entrevisté a algunos de ellos— vimos que algunos de los que habían recibido entrenamiento en EE.UU eran los torturadores más temidos de Chad. Ahora bien, yo no digo que hayan recibido entrenamiento para torturar, no tenemos pruebas de ello. Pero sí podemos decir que EE.UU. estaba íntimamente involucrado con la policía política de Habré. Había un asesor estadounidense trabajando con la Policía Política de Habré. Y hasta EE.UU dió apoyo militar al gobierno de Habré hasta su último día.
AARON MATÉ: Reed, ¿qué pasa con los funcionarios de Chad que trabajaron con Habré? ¿Podría este juicio abrir la vía para levantar cargos en su contra?
REED BRODY: Bueno, ya lo ha hecho. Es decir, teníamos la esperanza de que la cobertura del juicio de Hissène Habré en el extranjero contribuyera a cambiar la situación en Chad, ya que muchas de estas personas permanecen en posiciones de poder. De hecho uno de ellos, un jefe de policía demandado por sus víctimas en Chad, trató de asesinar a la abogada chadiana Jacqueline Moudeina, que está llevando el caso en Chad. Le tiraron con una granada. Y ahora, en las últimas semanas, al ver que se está haciendo justicia en el ámbito internacional, el gobierno de Chad se movilizó para realizar arrestos, y ya han detenido a muchos de los cómplices de Habré en Chad.
AMY GOODMAN: ¿Cuando se llevará a cabo el juicio? ¿Y dónde está Hissène Habré en este momento?
REED BRODY: Bueno, hoy está en una estación de policía, donde lo llevaron para un interrogatorio.
AMY GOODMAN: El presidente Obama ha estado recién en Senegal.
REED BRODY: El presidente Obama, de hecho, debo decir que con su gobierno, Estados Unidos ha dado un gran apoyo para la realización de este juicio. Cuando Obama se reunió con el presidente Macky Sall, lo felicitó por avanzar con este proceso. Y Estados Unidos está aportando un millón de dólares, junto con muchos otros países, para financiar este tribunal especial.
Estamos esperando entre hoy o mañana la imputación de Hissène Habré por crímenes de lesa humanidad. A partir de eso, los jueces del caso tendrán 15 meses para investigar los cargos. O sea que no esperamos el inicio del juicio hasta dentro de por lo menos un año y medio, que es lo que llevará investigar estas acusaciones en Chad.
AMY GOODMAN: Reed, ¿puedes hablar de la importancia de que Hissène Habré haya sido arrestado y ahora vaya a juicio en Senegal, en relación con otros juicios de este tipo en los que has estado involucrado? Tenemos a Duvalier en Haití y a Efraín Ríos Montt en Guatemala.
REED BRODY: Bueno, es algo muy interesante. O sea, tenemos juicios a tres dictadores de los años ’80 que fueron respaldados por EE.UU. , todos ellos acusados de delitos de lesa humanidad: Ríos Montt en Guatemala, Jean-Claude Duvalier en Haití. Y en cada uno de estos casos, realmente ha sido una lucha de las víctimas. O sea, en Guatemala, los indígenas del pueblo maya ixil han luchado durante tres décadas, contando sus historias una y otra vez, llevando gente a ver las tumbas. En cada caso, son las víctimas quienes han sostenido la lucha todo este tiempo. En Haití hay gente como Boby Duval y Michèle Montas, que no dejaron que el miedo los domine cuando Duvalier volvió al país, y presentaron cargos en su contra.
Y, bueno, este es un tipo de justicia diferente que el de La Haya. Es justicia que se logra a nivel nacional, donde las víctimas están en el centro de los procedimientos, donde los juicios se llevan a cabo frente al pueblo guatemalteco, frente al pueblo haitiano. En el caso de Senegal, por supuesto, el juicio se realizará en Senegal. Y uno de nuestros grandes retos para el caso de Hissène Habré es asegurarnos de que el juicio sea accesible y televisado, porque eso es muy importante para la gente en Chad. Pero esto significa un desarrollo muy positivo de las cosas, que la justicia se implemente a nivel nacional.
AMY GOODMAN: ¿Cómo van a hacer para que en todo el mundo se pueda seguir el juicio de Hissène Habré?
REED BRODY: Bueno, el presupuesto que hemos colaborado para conseguir incluye más de un millón de euros, 1.3 millones de dólares, para actividades de difusión, para llegar a la televisión y a las comunidades, para llevar periodistas y activistas de DD.HH de Chad a Senegal y periodistas de Senegal a Chad, porque la distancia entre estos países es muy grande y no hay ninguna vía directa de comunicación entre ellos.
AMY GOODMAN: ¿Por qué es importante transmitir este juicio al mundo? Tenemos 15 segundos.
REED BRODY: Bueno, por muchas razones. En primer lugar, para demostrar que las víctimas pueden llevar a un dictador ante la justicia. Y creo que, o sea, el caso de Pinochet nos dio mucho aliento para lograr esto, y esperamos que este caso de aliento a muchos más.
AMY GOODMAN: Queremos darte las gracias por estar con nosotros, Reed Brody, consejero jurídico y portavoz de la organización Human Rights Watch.
Edición: Verónica Gelman. Participaron en el subtitulado de este reportaje Noa Radosh, Rubén Gómez García, Jenny Pedraza y Nicolás Franco. Coordinación de la producción del reportaje en español: Clara Ibarra y Democracy Now! en Español.