Los asesinatos en Jerusalén se produjeron tras meses de tensión mientras los asentamientos aumentan

Reportaje19 de noviembre de 2014

Después del ataque del martes que dejó un saldo de cinco civiles israelíes muertos en una sinagoga de Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó al presidente palestino, Mahmoud Abbas, de incitación a la violencia en la ciudad y dijo que los asesinatos eran parte de una “batalla por Jerusalén”. Abbas condenó el ataque, el que se produjo después de semanas de tensión creada por una disputa por el sitio más sagrado de Jerusalén, conocido por los musulmanes como el Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo, así como por la permanente expansión de los asentamientos israelíes. Analizamos el agravamiento de las tensiones en Israel y los Territorios Ocupados con dos invitados: Rashid Khalidi, profesor de la cátedra Edward Said de la Universidad de Columbia y autor de varios libros, y Eran Efrati, ex soldado israelí, actual activista contrario a la ocupación e investigador.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

JUAN GONZÁLEZ: Continuamos con nuestra cobertura de la situación en Jerusalén, donde cinco israelíes murieron el martes pasado, cuando palestinos armados con cuchillos de carnicero y una pistola atacaron una sinagoga durante la oración matutina. Éste fue el ataque contra la población civil israelí que más muertes causó en más de tres años y el peor que se registre en Jerusalén desde 2008.

AMY GOODMAN: Tenemos dos invitados aquí en nuestro estudio de Nueva York. Rashid Khalidi es el profesor titular de la cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia. Es autor de varios libros, el último de los cuales se titula: “Brokers of Deceit: How the U.S. Has Undermined Peace in the Middle East” (Agentes del engaño: cómo EE.UU. socava la paz en Medio Oriente).

También se encuentra con nosotros Eran Efrati, ex soldado de combate israelí que se convirtió en activista contra la ocupación y se dedica a la investigación. Su familia ha vivido en Jerusalén por siete generaciones.

Comencemos con el profesor Khalidi. ¿Cómo ves lo que está sucediendo, tanto lo que pasó ayer, el asesinato de cuatro judios israelíes y un druso en una sinagoga, como también todo el período previo a este hecho?

RASHID KHALIDI: Bueno, la tensión ha ido en aumento desde el verano, y Jerusalén es una zona álgida. Además de la presión bajo la que se encuentra el pueblo palestino por la ocupación que ya lleva cinco décadas, está la cuestión del Haram al-Sharif y la mezquita de Al-Aqsa, y las propuestas de ministros de alto rango del gobierno israelí, como Naftali Bennett, de cambiar por completo el status quo, para apropiarse de hecho de un lugar sagrado para los musulmanes, un lugar que ha sido el centro de devoción por 1400 años, y donde, básicamente, quieren hacer lo que ya se hizo con la mezquita de Hebron, convertirlo en un lugar sagrado judío al que los musulmanes pueden entrar solo en algunas ocasiones. Lo que se está haciendo es echar más leña al fuego. Entonces, durante los últimos meses, la tensión se ha incrementado en toda la ciudad.

Los asentamientos están creciendo, penetrando barrio tras barrio. Barrios árabes que jamás habían visto colonos armados, con una fuerte presencia militar y policial protegiéndolos, están siendo colonizados uno tras otro, sin prisa pero sin pausa. Y así es como, básicamente, se va subiendo la temperatura de una situación que ya hace muchos meses que está muy, pero muy tensa.

JUAN GONZÁLEZ: Y dada la incapacidad de los dirigentes para negociar un acuerdo sobre la ocupación, ¿crees que es posible que los jóvenes piensen: “nuestros dirigentes no pueden hacer nada” y que estemos al borde de una tercera Intifada?

RASHID KHALIDI: Bueno, creo que lo que dijo recién Amira Hass es cierto. Particularmente en Jerusalén hay una falta de liderazgo, pero hay una falta de liderazgo para el pueblo palestino en su conjunto. Y eso es algo que se vio, creo, con el conflicto en Gaza. Se puso en evidencia la incapacidad de los palestinos para armar un gobierno de reconciliación, un gobierno de unidad, y definir una estrategia.

O sea, Israel tiene una estrategia clara. Consiste en que van a sostener las negociaciones por siempre, pero no van a ceder el control de los territorios ocupados. La declaración más importante realizada por un político israelí, fue una de Netanyahu este verano. Dijo: “Vamos a mantener un control de seguridad permanente y perpetuo sobre estos territorios”. Así que básicamente lo que dijo es: “No habrá ningún Estado, ningún tipo de soberanía, ni independencia. Podemos hablar todo lo que quieran. Podemos reunirnos. Pero nunca conseguirán poner fin a la ocupación”.

Bueno, eso significa que alguien tiene que ceder aquí, o sea, no creo, estoy de acuerdo con Amira: creo que la gente de Cisjordania tiene miedo. Tienen miedo tanto de las represalias israelíes como de la cooperación en materia de seguridad entre la Autoridad Palestina, que ayuda a los israelíes a mantenerlos oprimidos, e Israel. Entonces no estoy seguro de que estemos camino a una tercera Intifada. Quizás estemos al borde, desafortunadamente, de más actos de violencia horribles y aleatorios, y más estallidos de niños sin liderazgo en diferentes partes de Cisjordania y, tal vez, en Jerusalén.

AMY GOODMAN: ¿Crees que hay un cambio, que se está pasando de un conflicto israelí-palestino a un conflicto israelí, o tal vez, judío-musulmán, lo que sin duda involucra a mucha más gente que la que se encuentra en la región?

RASHID KHALIDI: Bueno, o sea, sin duda esto lleva agua para el molino de la gente que quiere convertirlo en un conflicto religioso. Desde luego hay gente del lado israelí y gente del lado palestino, pero también más ampliamente, en todo el mundo árabe y musulmán. O sea, este grupo en el Sinaí que anunció su adhesión al Estado Islámico en Siria e Irak, se llama Ansar Beit al-Maqdis.

AMY GOODMAN: El grupo egipcio.

RASHID KHALIDI: El grupo egipcio del Sinaí que anunció su adhesión al Estado Islámico, en Mosul y Bagdad, el grupo de al-Baghdadi, se llama Ansar Beit al-Maqdis, son defensores de Jerusalén. Es una carta que esta gente va a jugar. Así que sí, esto no sólo echa leña al fuego en el ámbito palestino-israelí, leña al fuego del conflicto religioso; también echa leña al fuego en el ámbito religioso de toda la región. No sé qué, o sea, no estoy diciendo que necesariamente va a pasar eso, que necesariamente vaya a pasar algo, pero el gobierno israelí está jugando con fuego. Tienen un ministro, Naftali Bennett, que es una de las tres personas más importantes del gabinete israelí. Y está haciendo declaraciones incendiarias. Su partido y el partido de Lieberman dicen y hacen cosas, y los palestinos observan. Saben quiénes son estas personas. Saben lo importante que son en el escenario político de Israel. Saben el tipo de apoyo que tienen. Y la gente está bastante asustada, creo.

JUAN GONZÁLEZ: Y Eran Efrati, como ex soldado que se hizo activista contra la ocupación, ¿cuál es tu opinión, ante este último estallido luego del terrible ataque de ayer?

ERAN EFRATI: Bueno, creo que si intentamos verdaderamente entender lo que pasó en Jerusalén en los últimos meses, tenemos que entenderlo dentro de un contexto más amplio, el contexto de, tal vez, unos 70 años de limpieza étnica en toda Palestina, pero sobre todo, el contexto de los últimos 40 años en Jerusalén oriental y, específicamente, lo que pasa en torno a los lugares sagrados, intentando que haya cada vez más y más judíos en esta zona, y que no haya palestinos, configurando así una nueva historia, si se quiere, una nueva historia, un nuevo relato que dice que no se puede dividir Jerusalén porque los judíos siempre estuvieron allí en la Ciudad Vieja y en estos lugares sagrados. Con esta situación, la idea es hacer que los palestinos abandonen Jerusalén. Y estamos buscando oprimirlos muchísimo. Nuestra meta, cuando estaba en el ejército, en la policía de Jerusalén, el objetivo era hacerle la vida imposible a la gente, que sean miserables. Eso nos trataban de decir cuando estaba en el ejército, que hagamos eso, que lo hacemos para que no se involucren en ataques terroristas. O sea, que tenemos que hacer que sus vidas sean miserables para que tengan miedo todo el tiempo y no tengan tiempo para planear ataques terroristas. Por supuesto, eso es ridículo. El objetivo final, que es hacer que se quieran ir, también lleva a que quieran hacer cosas terribles, como atacar a judíos e israelíes.

El segundo contexto del que voy a hablar, del que creo que es importante hablar, es la situación de los últimos diez años. Desde la última, desde la Segunda Intifada, desde el fin de la Segunda Intifada, que fue muy sangrienta para ambas partes, la sociedad palestina decidió realizar acciones no violentas, tratando de incidir a la ONU, como mencionó Amira Hass, ir a la ONU, promover el BDS -el movimiento de boicot, desinversión y sanciones— contra Israel. La respuesta de Israel a todo eso fue una represión muy, muy dura. En Israel, la gente, las autoridades los llaman terroristas. Si alguien va a la ONU, es un terrorista político. Si alguien promueve el BDS, es un terrorista económico. Hay personas detenidas por eso. O sea, un instituto como [inaudible], un instituto de derecha de Jerusalén, le pide al Parlamento, ofreciendo ayudar a exponer a los activistas del BDS, que los detenga, los arreste y destruya sus hogares.

AMY GOODMAN: El BDS es el movimiento de boicot, desinversión y sanciones, ¿sí?

ERAN EFRATI: Así es, Amy. Si reaccionamos a la no violencia de una manera tan violenta y opresiva, le estamos diciendo a los palestinos: “No hay ninguna manera legítima de resistir la ocupación, no hay manera legal de oponerse a nosotros”. Siempre va a terminar en violencia. La opresión violenta encontrará resistencia violenta. Y en estos últimos cuatro meses, Jerusalén viene estando en llamas. Yo estoy allí. Soy de allí. Soy la séptima generación de mi familia en Jerusalén y estuve allí los últimos meses. Jerusalén está en llamas desde que comenzó el verano, y, por supuesto, desde el asesinato de Mohammed Abu Khdeir; que por cierto, uno de sus asesinos, de los que lo prendieron fuego en julio, era del barrio Har Nof.

O sea que la tensión siempre está. Pero los medios no siempre han estado allí, ni la atención del mundo ha estado siempre allí. Hace 40 años que Jerusalén oriental se encuentra en esta situación, pero parece que nadie se había dado cuenta, porque los últimos 10 años, desde el final de la Segunda Intifada, para los israelíes fueron años tranquilos. Para nosotros fueron años de paz, porque no vivíamos con miedo. Pero los palestinos nunca tuvieron años tranquilos. Siempre vivieron con miedo. Nunca cesaron los ataques hacia ellos por parte de la policía, del ejército, y ahora, desde el verano, también por parte de la población civil, de muchedumbres que salían a la calle y buscaban personas para linchar. Y todavía lo hacen, como pasó con Mohammed Abu Khdeir, hace unos dos días, que encontraron a un conductor de autobús en Jerusalén oriental, un conductor de autobús palestino, padre de dos niñas, a quien habían colgado en el centro de su autobús después de atacarlo violentamente, linchándolo y colgándolo en el medio del autobús. Pero es como que nadie habla de eso.

AMY GOODMAN: Un momento, ¿podrías explicar mejor eso? Porque se decía que se había suicidado.

ERAN EFRATI: Sí, cuando llegó la policía, exactamente igual, por cierto, que en el caso de Mohammed Abu Khdeir, donde habían dicho que su familia se había enterado de que su hijo era homosexual y por eso lo mataron, algún tipo de homofobia y racismo combinados. Y, desde luego, al final tuvieron que admitir que lo habían linchado. Lo mismo pasó en este caso. La policía apareció de inmediato y dijo que se había suicidado. Por cierto, su fotografía está circulando por internet y se pueden ver los indicios de violencia en su cuerpo, y la cuerda alrededor de su cuello. Es algo terrible, pero nadie habla de esto. He escuchado que Barack Obama ha salido a condenar este hecho. Creo que es importante entender que él, es importante que se condene la violencia contra la población civil, pero ¿dónde está Obama ante los hechos de violencia que sufre cada día la población civil palestina?

JUAN GONZÁLEZ: Quería preguntarte sobre el papel que juega Estados Unidos en esto, al financiar y dar apoyo a la expansión de los asentamientos en Israel. ¿Qué impacto tiene eso?

ERAN EFRATI: Sin dudas, se está transfiriendo mucho dinero, sobre todo de los evangélicos, pero no solo ellos. Hay empresas de armas que impulsan a este gobierno, los grupos de presión de las empresas de armas impulsan al gobierno, y hay muchos movimientos sionistas de derecha en este país, que de hecho impulsan toda movida de los asentamientos en Jerusalén oriental, en toda Cisjordania, y también a los partidos de derecha en Israel. En muchos sentidos, Estados Unidos controla por completo la situación política de Israel. Como el profesor Khalidi acaba de comentar, la atmósfera política es extremadamente violenta y fascista. Y Estados Unidos no sólo da lugar a eso, sino que también lo respalda con dinero y apoyo.

AMY GOODMAN: Vamos a escuchar los comentarios que hizo el presidente Obama tras los ataques de ayer a la sinagoga.

PRESIDENTE BARACK OBAMA: Trágicamente, éste no es el único incidente en los últimos meses que ha resultado en la pérdida de vidas humanas. Han muerto demasiadas personas israelíes. Han muerto demasiadas personas palestinas. Y en estos momentos difíciles, creo que es importante tanto para los palestinos como para los israelíes intentar trabajar juntos para reducir la tensión y rechazar la violencia. Los responsables de los indignantes asesinatos de hoy representan el tipo de extremismo que amenaza con llevar a todo Medio Oriente hacia un de espiral de violencia del que es muy difícil salir, y sabemos que esta violencia se puede poner peor con el tiempo. Pero tenemos que tener en mente que la abrumadora mayoría de la gente palestina e israelí, lo que más quiere es la paz, poder criar a sus hijos en un entorno seguro y protegido. Estados Unidos quiere trabajar con todas las partes implicadas para que eso sea una realidad y para aislar los extremistas que están causando esta matanza terrible.

AMY GOODMAN: Veíamos al presidente Obama que habló ayer sobre los ataques a la sinagoga de Jerusalén. Profesor Khalidi, ¿qué le responderías? ¿Y qué crees que debería hacer Estados Unidos?

RASHID KHALIDI: Bueno, Estados Unidos es, precisamente, quien hace posible toda esta situación. Estados Unidos, con su apoyo diplomático, evita que haya una presión real sobre Israel para que detenga la ocupación, la colonización y la represión.

AMY GOODMAN: ¿Y la tensión que se dice que existe entre Netanyahu y Obama?

RASHID KHALIDI: Bueno, sólo con eso no logramos nada. El presidente puede querer descargarse y dejar que sus acólitos, sus voceros y sus charlatanes hagan comentarios desagradables sobre el primer ministro israelí. Pero mientras el dinero estadounidense siga sosteniendo la represión del pueblo palestino, mientras ciertas organizaciones supuestamente “de beneficencia” sigan beneficiándose con la clasificación 501 (c)(3) que las exime de impuestos, y ni el Departamento de Justicia, ni el Departamento del Tesoro les impidan seguir canalizando cientos de millones de dólares para las actividades de los asentamientos y para la represión del pueblo palestino, lo que diga el presidente no significa nada. De hecho, éste es un emprendimiento estadounidense-israelí. El dinero proviene en su mayor parte de Estados Unidos. Las armas provienen de Estados Unidos. Estamos involucrados como país.

Y continuamente generamos interferencias a favor de Israel. Cada vez que alguien intenta hacer algo -el Parlamento británico, el Parlamento español, el Parlamento irlandés, el gobierno sueco— Estados Unidos se opone. Cada vez que alguien intenta hacer algo por la vía diplomática o de manera no violenta, como la iniciativa de boicot, desinversión y sanciones, se nos dice que se trata de acciones antisemitas. Así que se supone que la gente palestina debe simplemente quedarse quieta y dejar que las excavadoras, los asentamientos y la represión les pasen por encima, y seguir con las negociaciones, aunque Netanyahu ya nos dijo que nunca llevarán a poner fin a la ocupación. Me temo que esto es, en gran medida, obra de Estados Unidos.

AMY GOODMAN: ¿De dónde viene su familia Profesor Khalidi? Decíamos antes que la familia de Eran se remonta a siete generaciones en Jerusalén. ¿La suya?

RASHID KHALIDI: Nuestra familia, mi familia es una familia de Jerusalén. Mi tío fue el último árabe elegido como alcalde de Jerusalén. Fue en 1934. Los británicos lo deportaron a las islas Seychelles en 1937, pero se desempeñó como alcalde durante tres años antes de vérselas con el colonialismo británico. Así que somos una familia antigua, tradicional de Jerusalén. Tengo primos que viven allí y he hablado con ellos. Da miedo. Lo que comentaba Amira es cierto. Hay muchísimo miedo. Quienes tienen familia, quienes tienen hijos, están enormemente preocupados por lo que les va a pasar a sus hijos. Están preocupados por lo que, o sea, mi primo tiene un jardín, y los agentes secretos israelíes saltan por encima de la medianera para perseguir personas por su jardín. Es aterrador. Y no hay nada que se pueda hacer al respecto. La gente palestina no tiene ninguna participación en el gobierno de la ciudad. Está regida por otros, para otros, en función de un proyecto diseñado para despojarlos y convertirlos en ciudadanos de tercera clase y, en la medida de lo posible, sacar del lugar a la mayor cantidad de gente que puedan. Los árabes palestinos representan el 38% de la población de Jerusalén y aún así se los trata como si no tuvieran ningún derecho en absoluto.

JUAN GONZÁLEZ: Teniendo en cuenta la condena internacional hacia la ocupación y la constante negativa del gobierno israelí a negociar algún tipo de acuerdo justo, ¿dónde crees que radica la posibilidad de tener esperanza de que haya algún tipo de progreso en la resolución del conflicto?

RASHID KHALIDI: Bueno, una de las cosas que veo es que en este país la gente más joven está despertando, gente como la que ve o escucha este programa, gente que no consume los grandes medios de comunicación, la gente de las universidades. Se ve un cambio enorme en la opinión pública que está por fuera de los grandes medios. Lo segundo que veo es que en Europa hay un cambio inmenso. Hay cuatro importantes países europeos cuyos parlamentos o gobiernos han tomado una firme postura sobre este tema. Ahora, eso aún debe traducirse en una presión efectiva para poner fin a esta opresión, pero de a poco lo estamos logrando.

AMY GOODMAN: Suecia acaba de reconocer a Palestina.

RASHID KHALIDI: Suecia reconoció a Palestina. El Parlamento español votó esto mismo ayer. El Parlamento irlandés también lo ha votado y lo mismo el Parlamento británico. Así que hay cuatro de los países más importantes del mundo que han entrado en razón en cuanto a este asunto, o están empezando hacerlo oficialmente. Y esto sólo irá en aumento. En Europa todos saben lo que está sucediendo. Lo que los medios de comunicación estadounidenses no le dicen a la población estadounidense, los medios de comunicación europeos sí le dicen a la población europea. Así que creo que va a haber una presión cada vez mayor sobre Israel, al menos por parte de Europa y el resto del mundo. El problema está aquí. El problema está en este país.

AMY GOODMAN: Por último, Netanyahu ha dicho que la ocupación continuará por siempre porque no sería posible defender las fronteras, ¿cuál es su respuesta?

RASHID KHALIDI: Bueno, él afirma que lo que ha sucedido con el levantamiento de este supuesto califato islámico demuestra por qué Israel tiene que mantener un control de seguridad permanente en el valle del río Jordán y en todos los territorios ocupados. O sea, ya hace mucho tiempo que viene encontrando excusas para justificar por qué Israel tiene que continuar avanzando con los asentamientos, por qué tiene que continuar con la ocupación, por qué tiene que continuar con la opresión. Es una maniobra bastante transparente. Desde luego, mantener a un pueblo oprimido y convertirlo en tu enemigo, que es lo que Israel ha hecho durante 47 años, no es la forma de controlar una región.

AMY GOODMAN: Vamos a tener que dejarlo aquí por hoy. Les agradecemos a los dos por estar con nosotros. Rashid Khalidi es profesor de la cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia y autor de varios libros, el último de los cuales se titula: “Brokers of Deceit: How the U.S. Has Undermined Peace in the Middle East” (Agentes del engaño: cómo EE.UU. socava la paz en Medio Oriente). Y Eran Efrati, ex soldado de combate israelí que se ha convertido en activista contra la ocupación y se dedica a la investigación social.

Esto es Democracy Now! Cuando volvamos, hablaremos sobre la votación en el Senado que por pocos votos impidió la aprobación del proyecto del oleoducto Keystone XL. Quédense con nosotros.

Traducido por Victoria Rodríguez. Editado por Verónica Gelman, Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

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