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La campaña de bombardeo aéreo conducida por Arabia Saudita ingresa a su segundo día consecutivo en Yemen. Los ataques aéreos sauditas están destinados a impedir el avance de los rebeldes chiítas houtíes después de que estos tomaran el control de la ciudad capital, Saná, el año pasado y depusieran al presidente Abdu Rabbu Mansour Hadi, el mes pasado. El jueves, Hadi dejó su refugio en Aden y viajó a Arabia Saudita. Según se informa, al menos 39 civiles fueron asesinados hasta ahora en los ataques aéreos. Amnesty Internacional informa que entre los muertos hay al menos seis niños menores de 10 años de edad. La campaña de bombardeo saudita fue respaldada por Estados Unidos, los estados de la zona del Golfo Pérsico, Egipto, Turquía, Paquistán y Sudán. Desde Saná se comunica con nosotros Farea Al-Muslimi, profesor visitante en el Centro de Estudio de Medio Oriente de Carnegie. Acaba de escribir por Twitter: “Soy un yemení de 25 años. He visto por lo menos 15 guerras en mi país. No quiero otra. Necesitamos ayuda, educación y economía, no armas”.
Transcripción
JUAN GONZÁLEZ: Pasamos ahora a hablar de Yemen, donde la campaña de ataques aéreos ha comenzado su segundo día. Arabia Saudí lanzó ataques contra los rebeldes hutíes chiíes y ha sido apoyado por Estados Unidos, los Estados del Golfo, Egipto, Turquía, Pakistán y Sudán. Los bombardeos saudíes pretenden frustrar el avance de los hutíes después de que tomaran el control de la capital, Saná, el año pasado y luego de que depusieran al presidente Abdu Rabbu Mansour Hadi el mes pasado. El jueves, Hadi abandonó su refugio en Adén rumbo a Arabia Saudí. Al menos 39 civiles han muerto hasta el momento en los ataques aéreos. Amnistía Internacional informa que los muertos incluyen, al menos, seis niños menores de 10 años. Muchos analistas temen que la crisis de Yemen podría escalar hasta convertirse en una guerra subsidiaria entre Arabia Saudí e Irán, país que ha respaldado a los hutíes. Irán denunció el ataque liderado por los saudíes como un intento de “fomentar la guerra civil en Yemen o de desintegrar al país”.
AMY GOODMAN: Según se ha informado, Arabia Saudí movilizó 150.000 soldados cerca de la frontera. Egipto dice estar preparado para enviar tropas a Yemen, en caso de ser necesario. Estados Unidos ha colaborado en la campaña de bombardeos mediante la creación de un centro de planificación conjunta con Arabia Saudí para coordinar el apoyo militar y de inteligencia. El jueves, ministros de Relaciones Exteriores árabes se reunieron en Sharm el-Sheikh, Egipto, y respaldaron la idea de formar una fuerza militar árabe unificada. Vamos directamente a Saná, capital de Yemen, para hablar con Farea Al-Muslimi. Él es investigador visitante en el Carnegie Middle East Center. Vive en Saná. Recientemente escribió un artículo de opinión titulado: “Welcome to Yemen, Where Only Violence is a Certainty” (Bienvenido a Yemen, donde sólo la violencia es una certeza). La última vez que estuvo con nosotros fue en 2013, cuando vino a Estados Unidos para declarar ante la audiencia del Subcomité Judicial del Senado respecto del programa secreto de aviones no tripulados de Estados Unidos. Si quieren saber lo que está ocurriendo en Yemen, sólo tienen que seguir sus tuits. Quiero darle la bienvenida a Democracy Now!, Farea Al-Muslimi. Hable sobre lo que está pasando ahora mismo en la capital.
FAREA AL-MUSLIMI: Gracias, Amy. Qué bueno estar de vuelta con ustedes. En los últimos días, Saná ha sido testigo de múltiples ataques aéreos liderados por Arabia Saudí enmarcados dentro de un gran plan de larga duración— una nueva operación militar llamada: “Tormenta decisiva”, respaldada por Arabia Saudí, otros países del Golfo, y otros países de la región. Esto ocurre en respuesta a la total toma del poder por parte de los hutíes en la capital de Yemen. Desde la semana pasada, la crisis política en el país entró en una nueva y peligrosa fase, cuando la fuerza aérea de Yemen, que bajo el mando de los hutíes controlaba la capital, atacó el palacio presidencial en Adén, donde presidente Hadi estaba viviendo antes de huir. Creo que ese fue el momento en el que los países del Golfo y de la región decidieron intervenir. Hasta este momento, ha habido un gran número de víctimas civiles por estos ataques, aunque la mayoría de las veces estos ataques apuntan contra bases militares en todo el país, las cuales son leales tanto al expresidente Saleh, como a los hutíes, quienes son acusados por los gobiernos regionales e internacionales de cooperar con este golpe de Estado militar. Obviamente, esto ocurre tras cuatro años de una fracasada solución política en Yemen, conocida como “el modelo de Yemen”, que fue respaldada por Naciones Unidas y que, claramente, terminó creando más violencia que paz en Yemen.
JUAN GONZÁLEZ: ¿Y qué ocurre con todas estas potencias externas tratando de alcanzar acuerdos para la lucha interna dentro del país?
FAREA AL-MUSLIMI: ¿Podrían repetir, por favor?
JUAN GONZÁLEZ: ¿Qué ocurre con todos estos países— Estados Unidos, la ONU, Arabia Saudí— que intentan negociar acuerdos sobre cómo Yemen debe ser gobernado?
FAREA AL-MUSLIMI: Obviamente, esto es resultado del fracaso del modelo específico aplicado por estos países durante los últimos cuatro años. Eso por un lado. Pero, la novedad es que esto ha pasado de ser un modelo político, que era considerado como el gran ejemplo de cómo debía realizarse una transición política, a convertirse en un modelo de frentes directos para una obvia guerra regional entre Arabia Saudí y los iraníes. Obviamente, esto es un nuevo orden regional, se puede decir, llamado “Tormenta decisiva”. Se está haciendo más grande, esto ya no es solo sobre Yemen. Y los Estados de la región están jugando una nueva carta en la negociación del poder nuclear iraní, obviamente usando a Yemen como combustible para una lucha que no tiene nada que ver con los yemeníes.
AMY GOODMAN: Farea, usted tuiteó: “Soy un hombre #Yemení de 25 años. He visto, al menos, 15 guerras en mi país. No necesito más. Necesito ayuda en cuanto a la educación y a la economía; no armas de fuego”. Otro tuit: “Tristemente puedo prometer que el costo de los ataques de esta noche podría haber salvado a Yemen de esto hace años si se hubiera puesto en su economía”. Hable acerca de la situación actual en Saná, del bombardeo que usted y otros yemeníes están sufriendo, y sobre esta conexión que usted está describiendo.
FAREA AL-MUSLIMI: Obviamente, Yemen ha pasado por muchos conflictos en el pasado. Y lo que yo estaba tratando de decir en este tuit, probablemente, es que lo último que Yemen necesita en este momento es una intensiva intervención militar en un país que ya está cargado de conflicto y que en los últimos tres años ha sufrido aún más conflictos debido a cómo ha sido gobernado. Y, obviamente, esto es importante porque incluso cuando Yemen era un estado prometedor, de acuerdo con el modelo de Yemen, no fue respaldado por un Plan Marshall económico. El compromiso con la estabilidad de Yemen fue siempre reactivo, basado en el miedo a al-Qaeda, que obviamente ha acabado en la creación de más violencia, en lugar de detenerla. Hay un gran problema en Yemen. Más de la mitad de la población en estos momentos está bajo una enorme necesidad de asistencia humanitaria. La economía está, literalmente, muerta. La vida ha sido así. Los servicios son malos. Los bajos y pobres servicios que existían, son ahora incluso más difíciles de alcanzar, como la electricidad, el agua y, básicamente, la seguridad. Ahora mismo, hay un problema de una inversión lenta o una la conversión lenta de Yemen en una nueva versión de Libia que, en última instancia, no va a traer la paz a Yemen. Y, obviamente, hemos intentado muchas veces alcanzar una solución militar en Yemen, y no funcionó. Los militares— las guerras ocurridas en Sadá fueron seis y luego las ocurridas en el sur, y también muchas guerras con al-Qaeda. Obviamente, hay un problema con esta forma de manejar los problemas políticos de la región. De hecho, si hubiera habido suficiente apoyo económico, creo que podríamos habernos mantenido fuera de este caos. Lo más importante es que, si hay una voluntad de compromiso con la estabilidad y la paz de Yemen, es profundamente necesario reflejar eso en un plan económico. Hagan que Yemen sea parte de los países del CCG (Consejo de Cooperación del Golfo ). Hagan que sea más fácil para los jóvenes de Yemen conseguir puestos de trabajo en el Golfo. En Yemen se ha comprobado que la solución de seguridad es incorrecta y contraproducente, y siempre será así si no se resuelven las raíces de los problemas. Y la forma actual de manejar las cosas nos lleva a cualquier sitio, menos hacia la paz.
AMY GOODMAN: Farea Al-Muslimi, quiero darle las gracias por acompañarnos. Farea Al-Muslimi es investigador visitante del Carnegie Middle East Center. Se está comunicando con nosotros desde Saná, Yemen. Vamos a enlazar a su artículo: “Welcome to Yemen, Where Only Violence is a Certainty.” (Bienvenido a Yemen, donde sólo la violencia es una certeza). Esperamos hablar con usted en más ocasiones para continuar informando sobre su país. Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Al regresar, iremos a Londres. Hablaremos con Iona Craig, una periodista que vivió en Saná durante cuatro años. También nos acompañará Brian Whitaker, ex editor para Medio Oriente de The Guardian. Esto es Democracy Now! Estaremos de vuelta en un momento.
Traducido por Constanza Sánchez Chiappe. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.