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Después de masivas manifestaciones populares, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina renunció. Su renuncia se produce horas después de que un juez aprobara la orden de arresto del fiscal general para el presidente. Esto se produce después de que el congreso guatemalteco, de manera unánime, decidiera retirarle los fueros, para que se lo pudiera juzgar, cediendo a la presión popular. Los fiscales dijeron que Pérez Molina será acusado de asociación ilícita, cobro de coimas y fraude aduanero. La fiscal general, Thelma Aldana, dijo que Pérez Molina también estaba siendo investigado por lavado de dinero, lo que podría llevar al congelamiento de sus bienes. El ex vicepresidente de Otto Pérez Molina y otros funcionarios de su gobierno enfrentan cargos similares. Desde la ciudad de Guatemala se comunica con nosotros el periodista Allan Nairn, ganador del premio George Polk.
Transcripción
NERMEEN SHAIKH: Después de masivas manifestaciones populares, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina renunció. Su renuncia se produce horas después de que un juez aprobara la orden de arresto del presidente solicitada por el fiscal general. Esto se produce después de que el congreso guatemalteco decidiera, de manera unánime, despojarle de su inmunidad cediendo a la presión popular. Los fiscales dijeron que Pérez Molina será acusado de asociación ilícita, cobro de coimas y fraude aduanero. La fiscal general, Thelma Aldana, dijo que Pérez Molina también estaba siendo investigado por lavado de dinero, lo que podría llevar al congelamiento de sus bienes.
AMY GOODMAN: La exvicepresidenta de Otto Pérez Molina y otros funcionarios de su gobierno enfrentan cargos similares. Justo antes de la comenzar nuestra emisión, Democracy Now! se comunicó con el periodista Allan Nairn, quien se encuentra en Ciudad de Guatemala.
ALLAN NAIRN: Ayer por la noche, el fiscal general emitió una orden de arresto en contra del presidente, el general Pérez Molina, y unas horas más tarde, justo antes de la media noche, Pérez Molina renunció. Es muy posible que ahora, como ciudadano privado, Pérez Molina sea detenido en algún momento después del amanecer. Esta es otra gran victoria para el levantamiento popular en Guatemala. Hace apenas unas semanas, Pérez Molina parecía completamente invulnerable. Ahora puede ser que vaya a la cárcel, y se enfrenta a un juicio por cargos de corrupción. Pero esto es sólo el comienzo de los desafíos para el movimiento popular, porque quien va a reemplazar a Pérez Molina será el vicepresidente Maldonado Aguirre.
Maldonado Aguirre es la figura clave que, como miembro del alto tribunal de Guatemala, anuló el veredicto de genocidio contra el general Ríos Montt. Lo hizo a petición del CACIF, los oligarcas de Guatemala. Después de que el tribunal penal emitiera un veredicto de culpabilidad por genocidio contra Ríos Montt y lo condenara a 80 años de prisión, los oligarcas fueron a la televisión, dieron una conferencia de prensa y exigieron —en nombre de su dinero— que el tribunal anulara el veredicto. Y Maldonado Aguirre, quien en ese momento era uno de los líderes de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, cumplió. Y ahora él es vicepresidente. Él es ahora el hombre que va a reemplazar a Pérez Molina. Y de hecho, Maldonado Aguirre comenzó su carrera política con el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), un partido político. El MLN fue socio de la CIA en la invasión de Guatemala de 1954, que derrocó al gobierno elegido democráticamente, puso al ejército en el poder e inició el régimen de terror que sigue resonando hasta hoy. El MLN se describía a sí mismo como “el partido de la violencia organizada” y manejaban su propio escuadrón de muerte semipúblico. Así que ahora, este hombre, Maldonado Aguirre, es el presidente en funciones, y estará en ese cargo hasta enero.
Este domingo hay elecciones presidencial en Guatemala y la lista de candidatos está dominada por personas que fueron respaldados por antiguos generales del ejército que dirigían las masacres, carteles de la droga, otros grupos del crimen organizado, y los oligarcas del CACIF. Los que están siendo respaldados por esas fuerzas son los que se considera que tienen la oportunidad de ganar, porque son los que tienen el dinero. Ellos son los que han estado dominando la cobertura en los medios y la publicidad. Y a menos que la elección se posponga -y hay mucha gente, incluyendo destacados académicos, abogados y grupos populares, que han estado pidiendo un aplazamiento, para que la ley electoral puede ser reescrita para dar una oportunidad justa a los ciudadanos reales, que no están respaldados por traficantes de drogas o por generales asesinos, para que tengan la oportunidad de disputar por el gobierno, pero a menos que se posponga esa elección, uno de ellos, una de las personas apoyadas por esos grupos, será el nuevo presidente electo de Guatemala. Así que si este movimiento se va a convertir en uno que logre un verdadero cambio estructural, esto sólo ha sido el comienzo.
E incluso con el propio Pérez Molina hay un gran problema. Él ahora va a ir a juicio por corrupción. Pero en realidad ese es su menor delito. Su principal delito es el asesinato en masa. Él fue uno de los ejecutores de la política de masacres en las montañas ixil por la que Ríos Montt fue declarado culpable de genocidio. Yo lo conocí cuando él estaba llevando a cabo esas masacres, y sus soldados describieron cómo iban a las aldeas y exterminaban a los civiles. Pero todavía no se han presentado cargos contra Pérez Molina por esos crímenes. Sin embargo, se podría hacer, ya que, según la legislación guatemalteca, los ciudadanos comunes pueden presentar cargos penales, siempre que esos cargos sean aceptados por la Oficina del Fiscal General de la Nación.
Si va a haber un proceso legal serio en contra Pérez Molina por los asesinatos en masa, debe incluir, lo que en la legislación de Guatemala se llama los autores intelectuales y los colaboradores. Y eso incluiría a los patrocinadores estadounidenses. Pérez Molina recibió el apoyo de los militares de Estados Unidos, y más tarde de la inteligencia de Estados Unidos cuando se convirtió en jefe del G-2, el servicio de inteligencia guatemalteco. Por lo tanto, si hay una acusación seria, tendría la opción de llamar a los funcionarios estadounidenses, citar los registros de Estados Unidos y acusar a funcionarios de Estados Unidos por su participación en los asesinatos. Y me gustaría instarlos a hacer eso, porque la ley debe hacerse cumplir con imparcialidad. Y a pesar de que Pérez Molina era el hombre en escena que dirigía a los asesinos, tenía jefes y patrocinadores, y los estadounidenses de Washington eran quizás los más importantes.
AMY GOODMAN: Allan Nairn, periodista ganador del premio George Polk, informando desde la Ciudad de Guatemala. Ha estado cubriendo lo que ocurre en Guatemala desde los años 1980. Para las últimas noticias sobre la renuncia de presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, lo pueden seguir en Twitter en @AllanNairn14.
Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.