El gobierno de Trump ha revocado las normativas para hogares de ancianos en todo el territorio estadounidense, lo que implica que los hogares de ancianos que lesionen a los residentes o los expongan a riesgos serios enfrentarán menos multas y más económicas. La industria de los hogares de ancianos presionó por la desregulación. Los defensores de los derechos de los residentes de estas instituciones afirman que la desregulación amenaza con revertir años de ardua lucha para mejorar la atención y reducir el abandono y el maltrato a los ancianos.
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