El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apoyó el miércoles una propuesta para recortar a la mitad el número de inmigrantes que se permite ingresar a Estados Unidos. Se trata de la mayor reforma de la legislación sobre inmigración en más de cincuenta años. La Ley de Reforma de la Inmigración Estadounidense para un Empleo Fuerte crearía lo que se conoce como un sistema de inmigración basado en el mérito que favorecería el ingreso de solicitantes que hablan inglés, que poseen títulos universitarios o pueden demostrar que tienen competencias laborales. Trump reveló el proyecto de ley en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca junto a sus patrocinadores republicanos, los senadores Tom Cotton, de Arkansas, y David Perdue, de Georgia.
El presidente Donald Trump dijo: “La legislación no solo restablecerá nuestra competitividad en el siglo XXI, sino que también restablecerá los vínculos sagrados de confianza entre Estados Unidos y sus ciudadanos. Esta legislación demuestra nuestra compasión con las familias estadounidenses que atraviesan dificultades y merecen un sistema de inmigración que coloque sus necesidades en primer lugar, y que ponga a Estados Unidos en primer lugar.
La Ley RAISE limitaría drásticamente el número de inmigrantes que pueden ingresar a Estados Unidos para reunirse con sus familiares. El plan fue criticado por legisladores demócratas y enfrenta la oposición de algunos legisladores republicanos, entre ellos Lindsey Graham, que sostuvo que la medida perjudicaría a los sectores agrícola, turístico y los servicios. El Centro Anne Frank para el Respeto Mutuo tuiteó: “La Estatua de la Libertad está llorando mientras mira cómo Trump tira por la borda el liderazgo moral de Estados Unidos”.