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En el marco de la carrera mundial para encontrar una vacuna contra la COVID-19, uno de los ensayos de vacunas más prometedores se ha topado con un gran obstáculo. AstraZeneca interrumpió los ensayos de fase 3 para la vacuna contra la COVID-19 luego que una mujer participante en el ensayo desarrollara síntomas neurológicos graves compatibles con mielitis transversa o inflamación de la médula espinal. El director ejecutivo sólo reveló los detalles de lo sucedido en una llamada con los inversionistas. El resto de la gente “tuvo que adivinar qué salió mal”, escribe Ed Silverman, redactor del sitio de noticias de salud STAT que dio a conocer la noticia. Silverman afirma que la suspensión del ensayo inglés plantea varios problemas, entre ellos si las empresas farmacéuticas están recibiendo presiones para avanzar más rápido de lo que requieren las medidas de seguridad. “¿Se está presionando a la Administración de Alimentos y Medicamentos para que autorice o apruebe una vacuna más rápido de lo que debería?”
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Ed Silverman.