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En el marco del 20 aniversario de la invasión estadounidense a Irak, que se conmemora el 20 de marzo, hablamos con la profesora de relaciones internacionales de la Universidad de Oxford, Neta Crawford, quien dice que la región todavía se está recuperando del impacto de la guerra. “La historia continúa. No ha terminado”, señala. Crawford es codirectora del proyecto de investigación Costs of War de la Universidad Brown, cuyo último informe estima el costo de las guerras llevadas a cabo por Estados Unidos desde el año 2002 en Irak y Siria en casi 2,9 billones de dólares. Desde el momento en que Estados Unidos invadió Irak en 2003, con el falso pretexto de evitar que Saddam Hussein estaba desarrolando armas de destrucción masiva, más de medio millón de personas han muerto en Irak y Siria. Además, millones de personas han sido desplazadas o han muerto por causas indirectas, como enfermedades. “No fue rápido, no fue fácil y, ciertamente, los costos fueron muy altos”, dice Crawford.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.
En el marco del vigésimo aniversario de la invasión y ocupación estadounidense de Irak, pasamos a hablar ahora sobre los muchos costos de la guerra, desde las víctimas civiles a los crecientes presupuestos del Pentágono, con Neta Crawford, codirectora del proyecto de investigación Costs of War de la Universidad Brown. Ella es la autora de un nuevo informe titulado “Sangre y dinero: los costos humanos y presupuestarios de Estados Unidos en 20 años de guerra en Irak y Siria, 2003-2023”. También es profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford y autora del nuevo libro “El Pentágono, el cambio climático y la guerra: una mirada al ascenso y la caída de las emisiones militares de EE.UU.”. Nos acompaña desde Montreal, Canadá.
Neta, bienvenida de nuevo a Democracy Now! Para comenzar, describa lo que encontró en su análisis de estos 20 años de invasión y ocupación estadounidense de Irak, que continúa hasta el día de hoy, porque miles de soldados estadounidenses siguen en Irak.
NETA CRAWFORD: Así es. En 2002, hubo una discusión en Estados Unidos sobre los costos de una eventual guerra en Irak y sobre cuántos civiles y militares podrían morir o resultar heridos. Los cálculos en ese entonces daban cifras muy bajas. El costo total de la guerra estaría entre 50.000 millones y 200.000 o 300.000 millones de dólares. Se calculaba que habría pocas víctimas civiles, pocas bajas militares, y la guerra estaría contenida y finalizaría rápidamente.
Pero lo que ha pasado en los últimos 20 años es que miles de militares estadounidenses murieron, alrededor de 5.000 soldados, y muchos contratistas. Y, además, cientos de miles de civiles murieron. Estados Unidos mató 7.000 civiles en el primer mes de la guerra, pero cientos de miles de civiles fueron asesinados por todos los bandos a lo largo de estos 20 años. Y eso es en parte porque Irak cayó en una guerra civil poco después de la invasión estadounidense.
Y, además, millones de personas fueron desplazadas. Millones de personas siguen desplazadas internamente y también como refugiadas en la región. Ahora, en cuanto a Siria, cuando Estados Unidos intervino en 2014 en una guerra civil en curso en ese país, muchas más personas fueron desplazadas, muchas más personas resultaron heridas por las bombas.
Y lo que también vemos es que incluso en los lugares donde los combates han cesado, muchos civiles y otras personas, como personal médico, han sido heridos por artefactos explosivos sin detonar que fueron abandonados tras el fin de la guerra. Así que la historia continúa. No ha terminado. No fue rápida. No fue fácil. Y ciertamente no fue gratis.
AMY GOODMAN: Quiero preguntarle sobre los costos actuales de la guerra. En su informe reciente se incluye una tabla que muestra que más de 2.000 civiles murieron solo por ataques aéreos de la coalición estadounidense en el primer mes de la guerra de Irak. Para reiterar, Estados Unidos invadió Irak hace 20 años, que aquí se cumplen el domingo 19 de marzo. Fue el 20 de marzo en Irak y el 19 de marzo en Estados Unidos.
NETA CRAWFORD: Así es. Estados Unidos inició ataques aéreos antes de comenzar la guerra en realidad, en una escala reducida, pero en el primer mes de la guerra alrededor de 7.000 civiles murieron por todos los medios que la coalición estadounidense usó, más de 2.000 de ellos murieron por ataques aéreos. Y esto era parte de lo que entonces calificaron como la estrategia de “conmoción y pavor”. La idea era que si Estados Unidos bombardeaba Irak, golpeando infraestructuras vitales y a sus líderes, el Ejército iraquí colapsaría y se rendirían. Por supuesto, eso no ocurrió. Pero sí hubo muchos civiles muertos inadvertidamente por ataques aéreos que erraron su objetivo. Esto siempre ocurre en una guerra, los civiles son víctimas no intencionales. Luego, por supuesto, los ataques aéreos continuaron. Pero la primera guerra, en particular, fue bastante intensa… [Quiero decir], el primer mes de la guerra, en particular, fue bastante intenso.
AMY GOODMAN: En Irak hay todavía desplegados 2.500 soldados estadounidenses. ¿Puede hablar sobre el presupuesto que EE.UU. está solicitando ahora? Estamos hablando de cuando Estados Unidos relanzó importantes operaciones militares en Irak y Siria a finales de 2014 en una lucha que se llevó a cabo, según ellos, para expulsar a ISIS de esos territorios. La guerra continúa con casi 400 millones de dólares de presupuesto solicitados por el Gobierno de Biden este mes para contrarrestar a ISIS, según dicen.
NETA CRAWFORD: Así es. Estados Unidos cree que si se van, ISIS u otros grupos armados volverán. Y ahora mismo la idea es mantener su presencia allí en la frontera [entre Irak y Siria], y también en Siria, para asegurarse de que ISIS no pueda recuperar o conquistar más territorio.
Por supuesto, en el periodo que siguió a la invasión, no había grupos armados o terroristas en Irak. Y en ese entonces sabíamos que la razón de la guerra de 2003 fue supuestamente deshacerse de las armas de destrucción masiva, que no estaban allí y nunca fueron encontradas, por supuesto, porque ya habían sido desmanteladas. Pero ISIS y otros grupos armados acudieron a Irak en parte para tratar de hacer retroceder a la coalición liderada por Estados Unidos y tratar de liberar a Irak de lo que ellos consideraban como una ocupación extranjera. Por lo tanto, el nacimiento de ISIS fue en parte consecuencia de la invasión de EE.UU. en 2003. Y, por supuesto, ISIS se extendió por la región y tomó el control de grandes franjas de territorio, que luego tuvieron que ser recuperadas. Y fue una pelea muy intensa. Así que Estados Unidos sigue allí para mantener el control de ese territorio y, como usted dice, ha pedido destinar a ello casi 400 millones de dólares el próximo año.
AMY GOODMAN: Profesora Crawford, ¿por qué incluye a Siria en los costos de la guerra junto a Irak?
NETA CRAWFORD: Bueno, simplemente porque cuando ISIS tomó este territorio, no lo tomó solo en Siria, también en Irak. La razón por la que el presidente Obama dijo que Estados Unidos tenía que estar en esta lucha fue porque la democracia que Estados Unidos esperaba establecer y apoyar en Irak, ese Gobierno, estaba en riesgo. Una gran parte del territorio iraquí cercano a Siria fue capturado. Así que Estados Unidos comenzó a bombardear a ISIS, y también lo hicieron otros países, y trató de recuperar ese territorio. Por supuesto, destruyeron gran parte de lo que se había reconstruido tras la invasión de 2003. Y es por eso que está incluido, porque es parte de una misma pieza. Todo el esfuerzo de guerra posterior a 2014 se basa en la lucha contra ISIS, que estaba presente en ambos países. Y se llamó Operación Resolución Inherente, así que ese es el motivo de incluir a Siria e Irak.
AMY GOODMAN: Y finalmente, háblenos su nuevo libro, “El Pentágono, el cambio climático y la guerra: una mirada al ascenso y la caída de las emisiones militares de EE.UU.”, relaciónelo directamente con Irak.
NETA CRAWFORD: Bueno, [este libro sobre] el ascenso y la caída de las emisiones militares de Estados Unidos, el Pentágono, el cambio climático, y la guerra trata sobre las emisiones militares de Estados Unidos desde el siglo XIX hasta hoy, pero la parte de las emisiones provenientes de la guerra de Irak calculo que serán unos 100 millones de toneladas métricas desde 2003 hasta el presente.
AMY GOODMAN: Correcto. Y tenemos 15 segundos, pero…
NETA CRAWFORD: Cien millones de toneladas métricas de CO2.
AMY GOODMAN: … hable sobre la conexión entre el cambio climático y una guerra por el petróleo.
NETA CRAWFORD: Bueno, se necesita combustible para luchar, y la lucha por el combustible ha sido una gran parte de la doctrina militar de Estados Unidos y su política exterior desde la década de 1980. La idea es asegurarse de que el combustible esté disponible. Y en parte, que esté disponible para la guerra.
AMY GOODMAN: Profesora Crawford, vamos a continuar esta entrevista y publicaremos la segunda parte en democracynow.org. Neta Crawford, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford y codirectora del proyecto de investigación Costs of War de la Universidad Brown. Enlazaremos a su nuevo informe, “Sangre y dinero”. Soy Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.
Traducido y editado por Igor Moreno e Iván Hincapié.