El pueblo de Guatemala marca un cambio de rumbo en su historia al rechazar a la élite dominante y elegir a Bernardo Arévalo como su próximo presidente

Original en Español22 de agosto de 2023
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En Guatemala, el candidato presidencial progresista Bernardo Arévalo logró una victoria aplastante en la segunda vuelta electoral celebrada el domingo 20 de agosto. Arévalo, del partido Movimiento Semilla, derrotó a la ex primera dama Sandra Torres al obtener casi el 60% de los votos, tras sufrir meses de persecución política. En junio, había generado sorpresa en Guatemala al quedar segundo en la primera vuelta, con una campaña basada en la lucha contra la corrupción. Poco después, la Fiscalía General suspendió el partido Movimiento Semilla y la policía allanó sus oficinas. Desde la ciudad de Guatemala nos acompañan el abogado guatemalteco de derechos humanos Frank LaRue y el galardonado periodista de investigación Allan Nairn para comentar esta histórica elección. Ambos coinciden en que la victoria de Arévalo muestra que el pueblo guatemalteco quiere cambiar la historia de corrupción y dictaduras militares del país, pero la situación sigue siendo tensa y es muy probable que la oligarquía intente impedir de alguna manera la llegada de Arévalo al poder. Nairn señala que “este podría ser el principio de un giro en la historia guatemalteca” y anticipa que ahora viene otra fase en este proceso electoral con la movilización popular en apoyo popular al nuevo Gobierno, para hacer que se cumpla la transición de poder. “Puede que tengan que salir a las calles para defender los resultados de estas elecciones”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

En Guatemala, el candidato presidencial progresista Bernardo Arévalo ganó este domingo 20 de agosto de manera contundente la segunda vuelta electoral contra la ex primera dama Sandra Torres. En una elección histórica, Arévalo obtuvo casi el 60% de los votos en representación del Partido Semilla, tras prometer luchar contra la corrupción e impulsar reformas sociales. Arévalo habló ante sus seguidores el domingo por la noche.

BERNARDO ARÉVALO: Hoy aceptamos con mucha humildad esta victoria que nos ha dado el pueblo de Guatemala. Las urnas se han expresado y oficialmente el Tribunal Supremo Electoral, con el 93.62% de las actas escrutadas, nos ha reconocido los resultados y lo que el pueblo grita es “¡basta ya de tanta corrupción!”. Quisiéramos pensar que la contundencia de esta victoria va a hacer evidente que los intentos de descarrilar el proceso electoral no van a tener lugar.

El pueblo de Guatemala ha hablado contundentemente, y si no, salgan a preguntarle a las personas que están afuera en un acto inédito en nuestra historia política. Nosotros estamos tranquilos porque sabemos que nosotros –Karin y yo– estamos delante de ustedes porque esa ha sido la decisión contundente del pueblo de Guatemala.

AMY GOODMAN: Bernardo Arévalo es hijo del expresidente guatemalteco Juan José Arévalo, el primer presidente elegido democráticamente en Guatemala, quien impulsó políticas revolucionarias durante su mandato de 1945 a 1951. En 1954, la CIA respaldó un golpe de Estado que puso fin a la democracia en Guatemala. La victoria de Bernardo Arévalo se produce tras un año tumultuoso en el país, ya que la élite empresarial y política gobernante tomó medidas extraordinarias para mantener su control del poder. Antes de la primera vuelta, las autoridades electorales excluyeron a tres destacados candidatos presidenciales, incluida la líder indígena Thelma Cabrera. Luego, en junio, Bernardo Arévalo sorprendió a muchos en Guatemala al quedar segundo en la primera vuelta electoral con una plataforma anticorrupción. Poco después, la Fiscalía suspendió al Partido Semilla de Arévalo y la policía allanó sus oficinas. Si bien se le permitió a Arévalo mantener su candidatura, es posible que aún le impidan tomar posesión como presidente.

Para más, vamos a Ciudad de Guatemala, donde nos acompañan dos invitados: Allan Nairn, un periodista de investigación galardonado que ha cubierto Guatemala desde la década de 1980; y Frank LaRue, activista de derechos humanos y abogado guatemalteco, quien confrontó al Ejército de Guatemala durante el auge del terror de la década de 1980 y presentó el primer caso de genocidio contra ex dictadores militares guatemaltecos, incluido el general Ríos Montt. También fue relator especial de la ONU de 2008 a 2014. Bienvenidos a Democracy Now! Frank LaRue, comencemos con usted. ¿Cómo responde a la victoria contundente de Arévalo?

FRANK LARUE: Esta elección de Bernardo Arévalo y Karin Herrera significa mucho para el pueblo de Guatemala, porque no sólo es el combate a la corrupción, que es el tema principal, sino fundamentalmente es un cambio de rumbo, es una nueva dirección para el país. El país ha estado gobernado por una élite y un pacto de gente corrupta, una élite económica, política, militar, incluso por el crimen organizado. Y estos cambian los Gobiernos, pero se mantiene el mismo grupo dirigiendo.

La elección de Bernardo Arévalo y el grupo Semilla implica que todo eso va a cambiar. Entra un nuevo grupo fresco, honesto, honrado, con posibilidades lentas de cambio, probablemente muy lentas, pero el país toma una nueva dirección, una dirección sin corrupción y tratando de ir buscando lo mejor para todos y elevando el nivel de vida de los guatemaltecos.

AMY GOODMAN: Frank LaRue, ¿cómo se organizaron Bernardo Arévalo y el Movimiento Semilla para obtener el segundo lugar en la primera vuelta y luego esta victoria tan decisiva? ¿Qué significa esto para la élite empresarial y política gobernante, conocida como el “pacto de corruptos”, y para el futuro de Guatemala?

FRANK LARUE: La victoria de Semilla y de Bernardo en este momento es muy significativa, porque Semilla es un partido reciente, tiene poco tiempo de creación, como seis años; es un partido pequeño y un partido sin financiamiento. En Guatemala muchos partidos giran alrededor del financista del partido. Semilla no, Semilla era de gente intelectual de clase media que con su tiempo voluntario hacían. Entonces no tenían una gran estructura partidaria, no tenían dinero para publicidad, no hacían pactos con la corrupción, entonces no recibían influjo de dinero. Pero eso era lo importante, que este partido pequeño pudiera remontarse a esta victoria tan grande. Y en parte se debe, creo yo, a la crisis que el presidente Giammattei trajo al país.

Todos los Gobiernos anteriores han sido corruptos, pero éste ha sido el más corrupto y el más descarado, pero además con una erosión de las instituciones del Estado, utilizando especialmente el sistema penal, la Fiscalía General, el Ministerio Público, para atacar a la gente honesta. Primero sacan a la CICIG en el Gobierno pasado de Morales, y con sacar a la CICIG empieza la persecución contra toda la gente que había tenido éxito en luchar contra la corrupción, en desconocer a Iván Velásquez como comisionado de Naciones Unidas y a los fiscales que habían sido honestos y honrados. Hoy la persecución es contra los que han hecho justicia. Pero al mismo tiempo usaron el Ministerio Público para perseguir a los partidos de oposición. En estas elecciones eliminaron tres alternativas electorales, especialmente una alternativa progresista de personas del campo, donde la candidata era una mujer indígena, Thelma Cabrera.

Todo esto fue haciendo que Semilla se volviera más importante, porque a pesar de ser pequeños, sí tenían gente muy calificada y sí tenían la historia y la trayectoria de honradez. Entonces, esto hizo que esta gente fuera subiendo. No fue una gran campaña que pudieran hacer, porque no tenían. Fueron las circunstancias del país que fueron demostrando que si el pueblo de Guatemala quería algo diferente y quería combatir la corrupción y tener un Gobierno honesto que reformara la salud, la educación, el sistema de… todo el sistema social, tenían que elegir a un partido como Semilla y [eso fue lo] que los hizo populares y fueron subiendo.

Ahora, debo decir que la victoria de Semilla en la primera vuelta, llegar a segundo lugar fue una sorpresa. Fue una sorpresa para todos, incluyendo Semilla, y esa fue una de las razones por las que no los habían atacado antes. Nunca los atacaron porque no les daban la oportunidad de llegar, no les habían visto el potencial. Es a partir de que quedan en segundo lugar que empieza un ataque feroz de la derecha guatemalteca en general, del pacto de corruptos y de la candidata Sandra Torres, su opositora. Entonces incluso los grupos fundamentalistas religiosos, evangélicos e incluso católicos hacen un ataque contra Semilla, porque asumió la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Hay ataques religiosos, hay ataques ideológicos, hay ataques de todo tipo, es increíble.

Y después, el ataque legal. Trataron de investigar a Bernardo, trataron de usar el derecho penal para eliminar al partido. Nada de eso funcionó, porque la misma Corte de Constitucionalidad tuvo que decir que el tema de los partidos no lo puede resolver el Ministerio Público porque no es materia de derecho penal. El Ministerio Público no tiene competencia para decidir la existencia de un partido o no, eso es tarea exclusiva, competencia exclusiva del Tribunal Supremo Electoral. Entonces, se volcaron también contra el Tribunal Supremo Electoral, al que también están investigando, [contra el] que también tienen amenazas. La directora financiera ha renunciado, el jefe de Informática salió del país. El registrador ciudadano pidió vacaciones, pero se fue. O sea, gente del sistema incluso oficial electoral está huyendo por miedo a esta persecución, a este hostigamiento judicial, lo que en inglés llaman “lawfare”, contra, ahora, hasta las autoridades. Entonces han hecho lo posible, han hecho el caos para evitar que llegue Semilla y sin embargo no les ha funcionado. Semilla ganó las elecciones y por un margen de 20% de diferencia que le da una victoria contundente.

AMY GOODMAN: Quiero incluir a Allan Nairn en esta conversación. Allan, ¿qué opina sobre esta victoria arrolladora de Bernardo Arévalo, el hijo del primer presidente elegido democráticamente en Guatemala? Haga un repaso de la historia y de lo que esto significa, empezando justo después del gobierno del padre de Arévalo, y del golpe respaldado por la CIA que derrocó a Árbenz, hasta el auge del terror de los años 80 y en adelante.

ALLAN NAIRN: La votación funcionó como un referéndum popular sobre el viejo régimen. Un régimen que más o menos empezó con la invasión de la CIA, de los Estados Unidos, en el año 54, y un régimen que tiene su culminación en las masacres de los años 80, cuando [tropas del] Ejército, por su misma calculación, acabaron con 662 aldeas rurales, aldeas indígenas, en las montañas de Guatemala.

Para empezar con la idea de derechos humanos, de derechos laborales, de derechos de expresión libre, cuando Estados Unidos efectivamente invadió Guatemala en el 54, Guatemala estaba iniciando un proceso democrático después de la revolución del año 44. La presidencia del papá de Bernardo Arévalo empezó con un proceso de reforma agraria, seguridad social, derechos sindicalistas, derecho de organizarse políticamente, y su sucesor como presidente, Árbenz, continuó con este proceso. United Fruit, la compañía grande de los Estados Unidos, se quejó ante la Casa Blanca de que esto era intolerable y el presidente Eisenhower dio su aprobación a la CIA para invadir a Guatemala. Ellos tuvieron éxito y ese fue el comienzo de una serie de dictaduras militares.

En los años 80, durante los regímenes del general Lucas, del general Ríos Montt y del general Mejía Víctores, el ejército no solamente mató a miles de personas en la montaña, pero también sistemáticamente llevó a cabo un programa de asesinatos políticos en contra de activistas laborales, intelectuales, gente de la Iglesia y otros que, desde el punto de vista del Ejército, y especialmente su unidad de inteligencia (la G-2), tuvieron pensamientos que ellos no estaban dispuestos a aceptar. Entonces fueron ellos, la G-2, que estaban trabajando con la CIA, de vez en cuando con personal de la CIA directamente dentro de la G-2, y recibiendo dinero, equipo y apoyo de todas las formas de la CIA, ellos seleccionaron los blancos para el secuestro y asesinato. Y con ese programa de dos fases: asesinato y masacre en la montaña, ellos más o menos tuvieron éxito y consolidaron su régimen, el régimen que empezó con la invasión [por parte] de los Estados Unidos. Pero, quizás ahorita, va a entrar en su última fase por el repudio de los votantes de Guatemala, que por fin acaban de tener la oportunidad de decidir si ellos quieren ese régimen o no.

AMY GOODMAN: Escuchemos al presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, hablando con la prensa mientras emitía su voto el domingo por la mañana.

ALEJANDRO GIAMMATTEI: Tenemos nada más un incidente, un pequeño camión que trasladaba cuatro cajas electorales en una aldea de Santa Catarina Ixtahuacán tuvo un accidente. La policía está protegiendo el material electoral hasta que lleguen los miembros de la junta a recogerlos. Y en el resto, los 340 municipios están aperturando, no hay reportes de incidentes y espero que se desarrolle la jornada en paz y que gane el que la voluntad del pueblo decida.

PERIODISTA: ¿Gane quien gane, se va a respetar esa decisión?

ALEJANDRO GIAMMATTEI: Yo soy un hombre que respeta la Constitución. Creo ser de los pocos de la región que la respeta. Aquí se entrega el poder el 14 de enero, sí o sí, no importa quién sea, lo importante es que el pueblo elija y que legalmente sea confirmado.

AMY GOODMAN: Frank LaRue, hemos escuchado al presidente Giammattei diciendo: “Yo soy un hombre que respeta la Constitución. Creo ser de los pocos de la región que la respeta”. Y hablando de la entrega del poder el 14 de enero, afirmando que “no importa quién sea [el ganador], lo importante es que el pueblo elija y que legalmente sea confirmado”. ¿Cuál es su respuesta a esas palabras del actual presidente de Guatemala?

FRANK LARUE: El presidente Giammattei ha sido uno de los presidentes más corruptos que ha tenido la historia de Guatemala, pero adicionalmente ha acentuado la corrupción con el control de las instituciones del Estado. Él ha comprado el voto de diputados, de miembros del Congreso; él ha permitido que se alargue la Corte Suprema de Justicia más de cuatro años en su período; él controla la Corte Constitucional y otras cortes, la Contraloría de Cuentas y otras instituciones del país. Giammattei, a través de la corrupción, ha logrado obtener mucho más control institucional que ningún otro presidente. Y es por eso que este Gobierno ha sido un desastre más profundo. Todo está quebrado: el sistema de salud –no hay medicinas–, el sistema de educación, las carreteras, todo se está derrumbando.

Entonces, claro, él quiere proyectar la imagen, incluso siempre hablan de que Guatemala es un país con Estado de derecho, pero realmente es un país donde se utiliza el derecho penal para atacar a quienes son críticos. Por eso hoy tenemos periodistas en el exilio que están huyendo de las demandas del Ministerio Público; tenemos jueces, fiscales, sólo en Washington hay más de 24 operadores de justicia exilados de Guatemala, porque era la gente buena. Entonces este Gobierno, a través del Ministerio Público, ha atacado a todo el mundo y hoy lo trata de hacer con el sistema político. En la campaña electoral, como yo decía antes, tres candidaturas fueron eliminadas, una de ellas, una candidata indígena, Thelma Cabrera. Y hoy, que Semilla quedó sorpresivamente en el segundo lugar, querían eliminar también a Semilla. Los ataques que han hecho son tremendos, pero no lo han podido hacer.

Entonces es mentira que él sea un presidente que respeta la Constitución y la legalidad. Esa afirmación es absolutamente falsa, pero lo peor es que han hecho lo contrario, han manipulado las leyes de tal forma, para beneficio de interés propio, que el país está al borde del colapso, la credibilidad de las instituciones y la credibilidad en la ley se erosionó muchísimo. Y eso también es lo que ha provocado el entusiasmo por Semilla.

AMY GOODMAN: Frank, usted es una figura histórica en Guatemala. El primero en presentar cargos de genocidio y en confrontar públicamente a los militares, sentando las bases para la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). ¿Qué han significado los regímenes anteriores para los pueblos indígenas, e incluso ahora con fiscales anticorrupción siendo expulsados, periodistas forzados al exilio, fiscales generales destituidos, y un gran número de activistas indígenas obligados a huir, si no es que son asesinados antes?

FRANK LARUE: Guatemala tuvo un período donde hubo alguna esperanza, que fue el momento de la firma de la paz. Cuando se firmó la paz fue cuando se habló de derechos humanos, de derechos de pueblos indígenas, de cambiar el sistema de justicia. Fue cuando se pudo plantear con Naciones Unidas la creación de CICIG, y CICIG vino a Guatemala. Se pudo hacer juicios contra los militares, como el juicio de genocidio contra Ríos Montt, pero especialmente se levantó el tema de derechos de pueblos indígenas y se volvió un orgullo nacional para estos pueblos poder demandar sus derechos. Pero claro, a veces cuando la victoria es mucha, la reacción también. Hoy estamos viendo un retroceso en todo eso. Los pueblos indígenas no sólo han sufrido el tema de la justicia y el uso de la ley, sino también han sufrido económicamente, han sufrido el olvido. De nuevo, Guatemala tiene, por ejemplo, el más alto índice de desnutrición crónica infantil en el continente, más que Haití, en las zonas rurales y zonas indígenas, 48.9%, casi el 50% de los niños rurales de Guatemala crecen con desnutrición de 0 a 5 años. Esto marca a toda una generación de niños cada año. Estos son los males que la gente no ve y que los Gobiernos corruptos y la élite nunca han querido reconocer.

Entonces, Guatemala tiene problemas estructurales muy serios, especialmente esa brecha tan grande entre el poder económico, que lo tiene Guatemala, Guatemala es un país con muchísimos recursos, [y] la extrema pobreza que se da en zonas rurales. Entonces la victoria de Semilla, aunque Semilla no hizo campaña particularmente en las zonas indígenas, sin embargo, el entusiasmo de las comunidades indígenas, de los líderes mayas y de los líderes espirituales indígenas, es muy notoria porque entienden y ven que esta es la oportunidad de cambio. Este es el momento de volver a hablar de derechos de los pueblos indígenas y de volver a reivindicar esta identidad. Guatemala es de los pocos países, junto con Bolivia, y unos dicen Perú, que tiene una mayoría de población indígena, no son una minoría. Entonces estamos hablando de más de la mitad de la población. Y sin embargo, hoy, habiendo una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, las radios indígenas aún no son reconocidas por este Gobierno en Guatemala ni por ningún Gobierno, porque la élite quiere acaparar las frecuencias.

Entonces, esta es la realidad de un país donde hay dos Guatemalas: la Guatemala urbana, digamos, y la Guatemala rural de comunidades indígenas. Este es uno de los grandes desafíos que nos quedan por delante y que le queda al nuevo Gobierno para resolver. Es cómo empezar a botar esa brecha y empezar a generar recursos y programas del Estado de Guatemala al servicio de toda la población, incluyendo las comunidades indígenas.

AMY GOODMAN: Allan Nairn, su último artículo comienza hablando de los refugiados. Quería preguntarle sobre el vínculo entre la historia de Guatemala y el apoyo de EE.UU. al terror en Guatemala que llevó a la muerte de tantos cientos de miles de guatemaltecos, y los guatemaltecos que cruzan hoy la frontera de EE.UU. y son detenidos. ¿Puede hablar sobre ese vínculo y sobre lo que cree que debe hacerse hoy?

ALLAN NAIRN: Sí. Lo que ha pasado en Guatemala durante esta época de la invasión [por parte] de los Estados Unidos y el genocidio es una quiebra casi total de la economía de la gente trabajadora, pobre, rural, y ellos están confrontado una situación en la cual no pueden tener oportunidades económicas para ellos y sus familias. Entonces, ha habido un flujo de vez en cuando masivo a la frontera de los Estados Unidos y hay muchos que han sido capturados y de vez en cuando han llegado muertos, y ha sido muy duro para ellos, ya que efectivamente son exilios económicos, como los exilios políticos. Y todo eso ha sido más o menos una consecuencia de la invasión y del aniquilamiento de la posibilidad de democracia y justicia social que empezó con los Gobiernos democráticos de los años 40 y 50, con la presidencia de Arévalo y Árbenz.

La ideología de los dictadores militares que los Estados Unidos apoyaron en Guatemala incluyó la idea de que el Ejército de Guatemala tiene el derecho y la necesidad de matar a la gente indígena. Por ejemplo, cuando yo estaba entrevistando al general Ríos Montt, el dictador en el año 82, él me dijo que por cada guerrillero hay diez civiles detrás de él, entonces hay que matarlos a todos. Su asesor principal, Francisco Bianchi, que estaba sentado a su lado en el Palacio Nacional, me dijo que “sí, se dice que nosotros estamos masacrando a los indígenas”, pero él usó la palabra “indios”; él dijo: “indios inocentes, pero en verdad no son inocentes, ellos están vendidos a la subversión, entonces nosotros tenemos que matarlos”.

Precisamente, esa fue la idea que el Gobierno de Guatemala y el entonces Gobierno de los Estados Unidos estaban implementando en esa época. Pero ahora con la elección, con Arévalo y la posibilidad de que él pueda llegar a ocupar la presidencia de Guatemala, hay por primera vez en, ¿cuántos?, más o menos 70 años, más de 70 años para regresar a un régimen democrático que tiene otro pensamiento, una idea de que no tiene derecho de matar a civiles, no tiene derecho de robar la riqueza, los recursos, la labor de la población y hay que tratar de implementar un régimen de, más o menos, justicia social. Actualmente, casi la mitad de los niños y niñas bajo la edad de cinco años padece de desnutrición en Guatemala, más o menos, precisamente un 47%. Yo creo, y yo espero, que este nuevo Gobierno, si tiene éxito en entrar en el Gobierno, va a tener la actitud de que hechos como la desnutrición, la explotación laboral, etcétera, que eso es lo intolerable, no la democracia, sino los abusos de esta forma por parte de la oligarquía de Guatemala y anteriormente las fuerzas de seguridad. Nosotros todavía no hemos visto cómo van a reaccionar las fuerzas de seguridad, el Ejército y la Policía, ante el resultado de las elecciones, pero espero que ellos vean que la población de Guatemala no lo va a aceptar si ellos piensan en regresar a su papel de la época anterior, a un papel de represión.

AMY GOODMAN: Frank LaRue, ¿permitirán la élite gobernante y la élite empresarial que Bernardo Arévalo tome el poder y se convierta en presidente de Guatemala?

FRANK LARUE: Esta es una pregunta importante, porque nosotros creemos que el “pacto de corruptos”, estos que han dirigido el poder detrás de Giammattei, habían diseñado una estrategia en tres etapas: lo primero era tratar de evitar el voto a favor de Semilla este domingo pasado, el 20 de agosto, que no fueron exitosos y más bien la población se volcó y dio un 20% de diferencia y de mayoría a Semilla.

La segunda etapa empieza ahora, que va a ser el tratar de impugnar al partido Semilla. Quieren obligar a disolver el partido con la idea de que el 14 de enero un nuevo Gobierno entre al poder, pero sin partido, [que] incluso los diputados electos puedan ir a los puestos del Congreso pero no tengan un partido organizado, entonces no pueden ser parte de la Junta Directiva, de las comisiones de trabajo, las iniciativas van a ser individuales y no colectivas. Entonces, esto debilitaría mucho. Yo creo que esto es una falsedad y no debería permitirse, pero este es el intento.

Y lo tercero que van a aprobar son los ataques personales. Van a tratar de atacar penalmente a Bernardo Arévalo, a Karin Herrera, a los miembros de Semilla, con la idea de quitarles el derecho de antejuicio, la inmunidad que tienen por el cargo que han ganado, pero llevarlos a proceso penal con la idea de, ahí en el proceso penal, derrotarlos y que puedan ser arrestados y detenidos y no hagan gobierno. Nosotros creemos que siempre va a haber fuerzas de extrema derecha en este país conspirando contra esto.

Y el cuarto plan, si llega a tomar posesión, es hacer del Gobierno de Semilla un fracaso. A ellos les asusta mucho que este Gobierno tenga éxito, porque va a ser la muestra de que sí se puede tener democracia real en Guatemala. Entonces, ¿cuál es la solución? La solución es el apoyo masivo que debe recibir este nuevo Gobierno, primero de la población, acompañando cada una de sus acciones y denunciando a los funcionarios corruptos, empezando por el Ministerio Público. Pero lo segundo también es el apoyo masivo de la comunidad internacional para fortalecer las iniciativas de este Gobierno adentro y a nivel internacional en el mundo. Esto va a ser crucial también para hacer de este Gobierno un éxito en las expectativas y en la esperanza que la población de Guatemala tiene.

AMY GOODMAN: Gracias a ambos por estar con nosotros. FrankLa Rue, abogado guatemalteco de derechos humanos, activista, entre 2008 y 2014 presentó el primer caso de genocidio contra los antiguos dictadores militares guatemaltecos, y se desempeñó como relator especial de la ONU sobre libertad de expresión. Y Allan Nairn, periodista de investigación, ha cubierto Guatemala desde la década de 1980. Para ver nuestra entrevista en inglés, haga clic aquí. Soy Amy Goodman, muchas gracias por acompañarnos.

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