La deportación masiva de inmigrantes se viene planteando como un elemento central de la agenda de Trump para su segundo mandato, según la cual promete expulsar del país por la fuerza a cerca de 20 millones de personas. Ana Raquel Minian, de la Universidad de Stanford, que se especializa en la historia de la inmigración en Estados Unidos, cuenta que los programas de deportación masiva que ya se implementaron en el país, en las décadas de 1930 y 1950, dieron lugar a violaciones de los derechos humanos a gran escala al utilizar métodos violentos, nos solo para separar forzosamente a muchas familias sino también para expulsar a muchos ciudadanos estadounidenses. “Estas deportaciones que Trump está prometiendo, tendrán graves implicaciones para nuestros derechos civiles, para la vida de nuestras comunidades y para nuestra economía. Y, por supuesto, para las personas que sean deportadas”, señala Minian. Minian también dice que si bien Trump emplea una retórica extremista que fomenta el odio y la violencia contra las comunidades vulnerables, en términos de políticas hay una gran continuidad con lo que viene haciendo el Gobierno de Biden, que mantuvo activas muchas políticas del anterior Gobierno de Trump.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Democracynow.org. Guerra, paz y la presidencia. Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh
NERMEEN SHAIKH: Hoy analizamos la amenaza de Donald Trump de deportar a unos 20 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos, una amenaza que repitió casi a diario en la campaña electoral, incluso en su discurso en la Convención Nacional Republicana.
DONALD TRUMP: Para mantener a salvo a nuestras familias, la plataforma republicana promete lanzar la operación de deportación más grande de la historia de nuestro país. Incluso más grande que la del presidente Eisenhower, de hace muchos años atrás. Él era un político de centro, pero creía firmemente en las fronteras y llevó a cabo la operación de deportación más grande que hemos tenido.
AMY GOODMAN: Para ahondar sobre los programas pasados de deportación masiva en Estados Unidos, hablamos con Ana Raquel Minian, docente de historia de la Universidad de Stanford, quien escribió “Bajo la sombra de la libertad”, un libro sobre la detención de migrantes en Estados Unidos. Su reciente artículo para la revista Dissent se titula: “El modelo de deportación de Trump”.
Ana Raquel Minian, ¿puede empezar hablando de la victoria de Trump y de cuál es ese modelo de deportación? Conocemos su famoso lema “Hagamos a EE.UU. grande otra vez”. ¿Podría hacer un repaso histórico de las deportaciones masivas en Estados Unidos?
ANA RAQUEL MINIAN: Buenos días. Pues miren, cuando el presidente Trump fue electo, causó una gran conmoción, terrible conmoción entre la comunidad latina en México, en Estados Unidos y en todo Latinoamérica. Como sabemos, muchos apoyaron a Trump. Sin embargo, el presidente Trump causó muchísimos problemas para los migrantes latinoamericanos. Durante su mandato, Trump propuso la política de separar a niños de sus padres mientras estaban en detención. Ahora él promete que va a deportar a millones de inmigrantes. Trump no es el primer presidente que ha conducido una política tan amplia de deportación. Lo podemos ver a través de la historia. Él mismo dijo que va a seguir el ejemplo del presidente Eisenhower. Eisenhower, en 1954, empezó una operación militar para deportar migrantes mexicanos; deportó, en el año de 1954, más de un millón de personas. Fue una operación terrible. A las personas las sacaban de su casa y las mandaban a [México]. Las agarraban afuera de las escuelas y las mandaban a México. La gente no tenía derecho a hablar con sus familias, a decirles dónde estaban. Los deportaban, llegaban a un país donde no tenían trabajo. Esto no se puede volver a repetir, aún cuando Trump diga que es lo que él planea hacer.
Ha habido otros momentos en los cuales la población latinoamericana, mexicana sobre todo, ha visto grandes deportaciones. Por ejemplo, en los 1930, durante la Gran Depresión, el Gobierno de Estados Unidos empezó a culpar a los migrantes por los problemas económicos que Estados Unidos veía. Claro, la población migrante no era la culpable. Había un gran problema de falta de empleo y no eran los migrantes los que causaban este problema. Sin embargo, en los 1930 se deportó entre 350.000 y 1 millón de personas y el 60% de estas personas eran ciudadanos americanos. Las deportaciones no solo afectan a los migrantes, sino también a sus comunidades, que quedan sin padres, sin personas que trabajen en las comunidades, gente que vaya a las iglesias, y también tiene un gran impacto sobre la economía del país, sobre las comunidades y sobre los propios ciudadanos estadounidenses, muchos quienes son deportados y otros que ven que sus derechos civiles son atacados por estas deportaciones. Por ejemplo, si uno va por la calle y parece, se ve como persona latinoamericana, pierde sus derechos civiles, puede ser parado e interrogado. Y como vimos en los 30, hasta deportado.
AMY GOODMAN: Quiero preguntarle sobre las “redadas de Palmer” en 1919 y 1920, la campaña de deportación del entonces fiscal general Palmer. Ahora, el presidente electo, Trump, ha estado hablando de que el enemigo más peligroso es “el enemigo interno” y se ha referido a la izquierda. ¿Puede hacer un paralelo con lo que sucedió en esos años, cuando se enfocaron particularmente en los anarquistas italianos, en personas con orígenes en Europa del Este, como la famosa Emma Goldman, que fue deportada de Estados Unidos? ¿Por qué cree que sucedió eso?
ANA RAQUEL MINIAN: Sí. En los años 1919 a 1920, Estados Unidos pasaba por un momento en el que se le temía terriblemente a la gente de izquierda, a los anarquistas y a todos los que se veían, que se consideraban, como personas subversivas. Entonces, el Gobierno decidió que iba a deportar a todos los que encontraba que podían llegar a cometer actos subversivos o que eran anarquistas, comunistas u otros. Entre las personas que aprehendieron, que fueron deportadas durante este momento, una de ellas, como mencionas, fue Emma Goldman. Emma Goldman era un anarquista muy conocida. Y significativamente, Emma Goldman, antes de ser deportada, fue detenida en Ellis Island, la isla que recibía a los migrantes. Una isla que ahora se la considera como el lugar de bienvenida de los migrantes europeos a Estados Unidos. Y, sin embargo, Ellis Island también funcionó como una prisión, como un centro de detención para detener a estas personas antes de que fueran deportadas.
NERMEEN SHAIKH: Ana, ¿podría también hablar sobre las políticas de Trump, en relación con las recientes políticas migratorias de Biden, así como del hecho de que Kamala Harris hizo de la inmigración y de la seguridad fronteriza uno de los temas clave de su campaña?
ANA RAQUEL MINIAN: El presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris han tenido políticas muy problemáticas con los migrantes. Por ejemplo, ellos mantuvieron la política de “Permanecer en México”, también la política que se llamó Título 42. Estas dos políticas hicieron que los migrantes que venían y pedían asilo en Estados Unidos tenían que esperar en México, si es que les daban derecho a pedir asilo, en lo que sus juicios se estaban decidiendo o simplemente no les daban permiso de ni siquiera aplicar para asilo.
Ahora, el asilo es un derecho legal de Estados Unidos. La ley de Estados Unidos permite el asilo. Asimismo, Estados Unidos tiene acuerdos internacionales que dicen que Estados Unidos debe permitir el asilo. Sin embargo, el presidente Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, por muchas políticas, empezaron por ésas. Luego empezaron otra política, CBP One, que dice también que los migrantes tienen que esperar en México y es muy difícil para ellos entrar a Estados Unidos, se tienen que esperar en la frontera. La frontera es un lugar terrible para los que buscan asilo, para los migrantes. Se sabe que a las mujeres las han violado, que a mucha gente las están matando, torturando, que los cárteles trabajan ahí. Entonces es un gran problema que la administración de Biden y de Kamala Harris hayan tenido estas políticas.
Sin embargo, estas políticas sí son muy diferentes de las políticas que implementó Trump. No es la política misma, sino la retórica, la forma de hablar de los migrantes. Trump llamó a los migrantes mexicanos “violadores”, “criminales”. A los centroamericanos los llamó… dijo que todos pertenecían a la Mara Salvatrucha. Este tipo de comentarios hace que Estados Unidos, los estadounidenses, le teman a todos los que vienen. Y entonces promueve una política aún más antiinmigrante y crea un odio terrible contra los inmigrantes y contra la población latina en general que vive en Estados Unidos. Entonces, sí hay una gran diferencia entre el presidente Trump y lo que proponía Kamala Harris y el presidente Biden. Aún cuando las políticas de Biden y de Harris fueron tan problemáticas.
NERMEEN SHAIKH: En relación con lo que ha dicho, Ana, la comunidad latina representa un grupo muy grande y diverso de votantes y múltiples sondeos muestran que, en estas elecciones, votaron en cantidades mucho más grandes por Trump que en el pasado. Reitero que este es el caso de muchos grupos demográficos diferentes y no es algo exclusivo, de ninguna manera, de la comunidad latina, que tiene una gran diversidad. No se trata en absoluto de culpar a la comunidad latina. De hecho, acabamos de hablar con Robin Kelley, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, que mencionó el tema de la falta de cohesión de la clase trabajadora. Muchas personas, según entendemos, de la comunidad latina y de otras comunidades, que votaron por Trump, lo hicieron porque su principal preocupación era la economía y también porque se sentían traicionados por el Partido Demócrata. ¿Puede hablar sobre esto que sucedió y por qué?
ANA RAQUEL MINIAN: Creo que el profesor Kelley tiene mucha razón en lo que dice. Creo que hay otro punto que es muy importante de considerar, un punto terrible: que los inmigrantes que ya viven en Estados Unidos, y los latinos que nacieron en Estados Unidos, tradicionalmente tenemos una larga historia de tratar de desasociarnos de los nuevos migrantes, de decir: “Miren, nosotros estamos aquí, nosotros pertenecemos a Estados Unidos; esos migrantes, si vienen, los estereotipos de esos migrantes van a caer sobre nosotros. Si a los migrantes se los ve como criminales, se nos va a empezar a acusar de criminales a nosotros. Entonces lo que vamos a hacer nosotros también es tratar de prevenir que haya nueva migración”.
Esto no siempre ha sido así. Por ejemplo, hasta los años 70, la mayoría de los mexicoamericanos en Estados Unidos apoyaban políticas restrictivas que decían: “Sí, paremos a los inmigrantes, que no vengan más. Nosotros somos diferentes”. Después de los 1970, la población mexicoamericana en Estados Unidos cambió de percepción completamente y empezó a decir: “¿Saben qué? Que ellos vengan no quiere decir que a nosotros nos traten peor. A nosotros ya nos ven como inmigrantes, vengan ellos o no. Lo que tenemos que hacer entonces es mejorar las condiciones de los migrantes mismos”.
Ahora parece que esa retórica de comunidad empezó a caer y eso no es sorprendente, dado el odio que el presidente Trump ha creado contra los nuevos migrantes que están llegando a Estados Unidos.
AMY GOODMAN: Quería preguntarle sobre Thomas Homan, un exagente de policía que también fue director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Homan habló sobre la deportación de niños estadounidenses en una entrevista con 60 Minutes. Cecilia Vega, la reportera le preguntó: “¿Por qué un niño que es ciudadano estadounidense tiene que empacar sus pertenencias y mudarse a un país que ni siquiera conoce?”. Y Homan respondió: “Porque sus padres entraron al país ilegalmente, tuvieron un hijo sabiendo que estaban en el país ilegalmente. Así que él creó esa crisis “. Usted ha escrito mucho sobre las experiencias de los migrantes. Hable sobre lo que estas deportaciones significarían y sobre algo que tal vez la gente no conozca, que es la infraestructura de campos de detención construida durante el primer Gobierno de Trump . ¿Cómo son esos campos y cómo cree que podrían ampliarse? Por cierto, según muchos medios, Homan podría ser parte del nuevo Gobierno de Trump.
ANA RAQUEL MINIAN: Sí, no es sorprendente lo que él dijo. De hecho, lo vemos en años anteriores. En los 1930, cuando se deportó a entre 350.000 y 1 millón de personas, se estima que el 60% de ellos eran estadounidenses, muchos de ellos hijos de migrantes, pero hijos que habían nacido en Estados Unidos. Los programas de deportación, los programas antiinmigrantes causan problemas no solo para los inmigrantes mismos, sino también para los ciudadanos, ciudadanos que pierden a sus comunidades y también a los hijos. Y esto es muy importante, porque lo que quiere decir es que las políticas antiinmigrantes que estamos viendo, y que Trump y su gabinete promueven, son políticas que afectan a los ciudadanos, que hacen que los ciudadanos pierdan sus derechos civiles y constitucionales. Y ahora muchos dicen “bueno, es culpa de los papás, pero es así”. ¿Vamos a decir: “La Constitución de Estados Unidos ya no importa por la culpa de los migrantes”, si es que le estamos echando la culpa a los migrantes? ¿Es justo decir: “Algunas personas en Estados Unidos, que nacieron en Estados Unidos, que son ciudadanos, van a perder sus derechos”? Eso puede hacer que cualquier ciudadano finalmente pierda sus derechos civiles y constitucionales en este país.
Ahora, tu pregunta sobre los centros de detención. Los centros de detención en Estados Unidos fueron originalmente creados en 1891 y fueron creados con esta idea de “vamos a crear centros de detención donde las personas que tenemos adentro no tengan ningún derecho”. Era una forma precisamente de decir: “Miren, nosotros podemos detener a gente en el interior del país, pero esa gente, nosotros vamos a imaginar que nunca llegaron, que no están aquí. Entonces los podemos detener en Estados Unidos y sin embargo podemos imaginar que no están aquí. Entonces no les tenemos que dar derechos constitucionales o civiles”. Desde 1891 al presente, sabemos que mucha de la gente que está en centros de detención no tiene derechos básicos. Ahora, esto causa un gran problema porque permite que se puedan imaginar políticas como la política de separar a padres de sus familias, políticas como la que Trump propone ahorita de crear campos gigantes de detención. Y sabemos que lo va a hacer o que lo puede hacer. De hecho, en el 2018 él abrió el campo en Tornillo, Texas, que eran básicamente tiendas de campaña donde la gente vivía sin camas, sin pasta de dientes, sin servicios médicos básicos. Esto crea un problema gigantesco y tenemos que asegurarnos de que esto no vuelva a pasar.
AMY GOODMAN: Finalmente, mientras terminamos. ¿En qué va a centrar usted su atención y qué señales de alerta está ya viendo? El equipo de transición ya está trabajando bajo el liderazgo de Donald Trump Jr. y Eric Trump, los dos hijos del presidente electo, junto a algunas otras personas. ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento? ¿Y cree que la gente puede influenciar este proceso?
ANA RAQUEL MINIAN: Sí. A mí me preocupan mucho las políticas antiinmigrantes de una nueva presidencia de Trump, por todo lo que ha dicho, por la retórica que tiene y por las políticas que implementó en el 2018 y en el 2019. Y antes también, pero sobre todo en esas épocas. Yo creo que sí se le puede detener, se sabe que la presión pública importa. ¿Por qué Trump tuvo que detener su política de separar a niños de sus papás cuando estaban en centros de detención? Eso ocurrió porque a través de Estados Unidos salió la gente a protestar, salió la gente a protestar en lugares como Los Ángeles y Chicago, pero también en lugares como [la región de] los Apalaches, que no se los considera lugares proinmigrantes. De hecho, la política de Trump de separar a sus hijos de sus padres se sabe que fue su política menos popular, la menos popular de todas las que él implementó y la tuvo que parar por la presión pública. Y creo que debemos nuevamente alzar nuestras voces y asegurarnos de que él no tome nuevas políticas que afectan nuestros derechos humanos, los derechos humanos de los migrantes o los derechos civiles y constitucionales que existen en Estados Unidos.
AMY GOODMAN: Muchas gracias por estar en nuestro programa, Ana Raquel Minian, docente de historia en la Universidad de Stanford en California. Ha escrito varios libros, entre ellos: “Bajo la sombra de la libertad: la historia invisible de la detención de inmigrantes en EE.UU.”. Su reciente artículo para la revista Dissent se titula: “El modelo de deportación de Trump”.
Para ver nuestra entrevista en inglés, pueden hacer clic aquí.
Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.
Producido por Democracy Now! y Democracy Now! en español.
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