El domingo, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió de que el huracán podría dejar a la ciudad inhabitable durante semanas. Más de un millón de personas podrían perder sus hogares. Funcionarios del gobierno señalan que el huracán podría provocar el colapso de represas y canales en la ciudad, causando inundaciones y creando el riesgo de que Nueva Orleans se convierta en un lago tóxico, repleto de desechos químicos y petróleo de las refinerías, junto con desechos de los sistemas de desagüe destruidos. Como medida de precaución, se cerró la planta nuclear de Waterford, cercana a Nueva Orleans. Las operaciones de refinación de petróleo también se detuvieron en el Golfo de México, provocando que el precio del barril de crudo supere los 70 dólares por primera vez en la historia.
Funcionarios del gobierno temen que la ciudad se convierta en un lago tóxico
Titular29 Ago. 2005