En las Naciones Unidas, el gobierno de Bush está siendo obligado a defender su trato a los prisioneros detenidos en la llamada “guerra al terrorismo”. El viernes, el Comité contra la Tortura de la ONU comenzó a investigar el cumplimiento de Estados Unidos de los tratados internacionales que prohíben la tortura. El panel planteó preguntas acerca del maltrato en las prisiones iraquíes, las rendiciones extraordinarias y las cárceles secretas de la CIA en el extranjero. Un representante de China preguntó: “¿Cómo definiría los métodos como la interrogación mediante “submarino”… como tortura o como otras formas de trato cruel, inhumano o degradante?”. El asesor legal del Departamento de Estado John Bellinger negó que Estados Unidos torture a los prisioneros en Irak, Afganistán y Bahía de Guantánamo John Bellinger dijo: “Para comenzar quisiera reiterar el compromiso absoluto que tiene el gobierno de Estados Unidos de cumplir nuestras obligaciones nacionales e internacionales para erradicar la tortura y evitar el trato cruel, inhumano y degradante, o el castigo en todo el mundo. El Presidente de Estados Unidos dejó en claro que “la tortura en cualquier lado es una ofensa a la dignidad humana en todas partes”. “Estar libre de la tortura es un derecho inalienable”.
John Bellinger también describió muchas de las denuncias de maltrato por parte de las fuerzas estadounidenses como absurdas, y afirmó: “A pesar de tener conocimiento de las innumerables denuncias que han aparecido en la prensa y en otros medios acerca de varias acciones de Estados Unidos, les pediría que no creyeran cada denuncia que escuchan. Las denuncias acerca de las fuerzas armadas o de las actividades de inteligencia estadounidenses se han vuelto hiperbólicas al punto del absurdo. Los críticos aceptarán prácticamente cualquier especulación y rumor que circule como un hecho. El gobierno estadounidense ha intentado atender la mayor cantidad de denuncias lo más pronto y exhaustivamente como fuera posible”.