La administración Bush está presionando al gobierno británico para que limite la divulgación pública en el caso de un prisionero de la bahía de Guantánamo que declaró haber sido torturado mientras estaba bajo la custodia de Estados Unidos. El prisionero, Binyam Mohamed, afirma que confesó haber cometido delitos de terrorismo solo después de que le rebanaron el pene con una cuchilla. Esta semana, la Alta Corte británica ordenó al gobierno de ese país que divulgara documentos secretos que contribuirían a probar las afirmaciones de Mohamed. En una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la divulgación de documentos causaría “daños serios y duraderos” a las relaciones de seguridad entre ambos países. En la carta también se dice que el daño en las relaciones pondría en peligro “la seguridad nacional del [Reino Unido]”.
Estados Unidos amenaza al Reino Unido ante posibilidad de que este divulgue documentos de Guantánamo
Titular28 Ago. 2008