En la Bahía de Guantánamo, comenzó una audiencia para determinar si las Fuerzas Armadas estadounidenses obtuvieron una confesión falsa mediante la tortura de un prisionero, en ese entonces adolescente, acusado de asesinar a un soldado estadounidense en Afganistán. El ciudadano canadiense Omar Khadr tenía quince años cuando los soldados estadounidenses lo encarcelaron en Afganistán en el año 2002. Según dice, los guardias militares estadounidenses lo golpearon y amenazaron con violarlo cuando llegó a Guantánamo, ese mismo año. El segundo principal abogado de la defensa, Michael Berrigan, dijo que las declaraciones de Khadr de ese momento deberían ser decretadas inadmisibles.
Berrigan dijo: “La defensa espera que las declaraciones que Omar Khadr hizo y que el gobierno quiere admitir como prueba en su contra se supriman, y eso significaría que no se permitiría su admisión como prueba en su contra en el juicio militar, que actualmente está programado para este verano”.
Está programado que Khadr sea enjuiciado este año en el primer tribunal militar del gobierno de Obama. Alex Neve, de Amnistía Internacional Canadá, criticó a Obama por continuar con las políticas de la era de Bush.
Neve dijo: “Creo que esperábamos mucho más del gobierno de Obama. Obviamente en enero de 2009 había muchas esperanzas y muchas expectativas de que todo este ejercicio lamentable de la injusticia aquí, en la Bahía de Guantánamo, llegara a su fin y sin dudas para abril de 2010 ya no afrontaríamos ninguna audiencia de comisiones militares, y mucho menos una audiencia que implica a alguien que tenía quince años al tiempo de los presuntos delitos, alguien que alega que sufrió una letanía terrible de tortura y malos tratos. Eso es sorprendente”.