Entre los muertos del lunes hubo diez personas, ocho de ellas niños, que murieron en una explosión en un parque cerca de la playa, en el campo de refugiados de Shati de la ciudad de Gaza. Israel negó su responsabilidad, pero los testigos dijeron que la explosión provino de un ataque aéreo israelí. La tía de una de las víctimas dijo que cinco de los niños muertos pertenecían a la misma familia.
Faiza Abu Amira declaró: “Nuestros hijos estaban jugando en los columpios cuando un cohete los golpeó y los destrozó en el suelo, cinco hijos de la misma familia, todos muertos, uno de ellos mi sobrino. ¿Qué quiere Israel de nosotros para hacerle esto a nuestros hijos?”.