En Yemen, ataques aéreos dirigidos hoy por Arabia Saudí sacudieron la capital del país, Saná, y el puerto de Adén, en el norte del país. Los ataques fueron dirigidos contra rebeldes hutíes chiíes, horas antes de que entrara en vigor el cese del fuego. El gobierno saudí ofreció la tregua de cinco días para permitir la entrega de ayuda humanitaria en medio del creciente número de muertes civiles provocadas por sus ataques aéreos y bloqueo. El lunes, los rebeldes hutíes afirmaron que derribaron un avión de combate marroquí que participaba en la campaña de ataques. Mientras tanto, el gobierno saudí y el de Estados Unidos se apresuraron a negar versiones de un quiebre en sus relaciones, tras el anuncio de que el rey Salman de Arabia Saudí no asistirá a una cumbre organizada esta semana por el presidente Obama con los países del Golfo Pérsico. En lo que ha sido interpretado como un mensaje de protesta contra las negociaciones de un acuerdo nuclear con Irán, Arabia Saudí enviará a funcionarios de baja jerarquía a la reunión. El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, negó que la decisión fuera un desaire.
Earnest dijo: “Nuevamente, los propios saudíes han dicho que el motivo del cambio de los planes de viaje del rey no está de ningún modo relacionado con el tema de la reunión. Creo que han señalado que preferiría quedarse en Arabia Saudí para vigilar que se aplique la pausa humanitaria en Yemen”.